Las niñas que inician a menstruar a una edad muy temprana podrían tener más probabilidades de experimentar depresión y problemas de conducta en la edad adulta.
Así lo dio a conocer una investigación realizada por la Universidad Cornell, en Ithaca, Nueva York, en la que se estudiaron los datos de casi 7,800 mujeres que tuvieron su primer ciclo menstrual a una edad promedio de 12 años. Las participantes fueron entrevistadas cuatro veces, comenzando alrededor de los 16 años y continuando hasta aproximadamente los 28 años de edad.
Jane Mendle, autora principal del estudio, menciona que la relación entre la pubertad temprana y los problemas de salud mental se ha observado principalmente en aquellas mujeres que comenzaron a menstruar antes de los ocho años. “Muchas de estas personas tienen más probabilidades de padecer problemas de conducta que derivan en robo, mentir o vender drogas”, menciona la especialista.
“La magnitud de la asociación entre la pubertad y estas dificultades psicológicas permanece estable, lo que significa que la pubertad está sólidamente relacionada con los síntomas depresivos y un comportamiento antisocial durante la edad adulta. Desde un punto de vista social, las niñas que se desarrollan más rápido suelen ser tratadas como si fueran adultas, lo que podría ocasionar que se involucren en cosas para las que no están lo suficientemente maduras. Esa sensación de no encajar puede causar problemas de estado de ánimo que pueden ser perjudiciales durante la edad adulta”, dijo Jane Mendle.
Cabe señalar que de acuerdo con la OMS, la depresión es una de las principales responsables de ausentismo laboral a nivel mundial, ya que aproximadamente 300 millones de personas padecen ansiedad y depresión.