En 2016 la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) recibió mil 592 quejas de pacientes, pero admitió como presuntas malas practicas medicas solamente 83 (5 por ciento), las cuales derivaron en arbitraje, y de estas 34 resultaron condenatorias, no obstante, los médicos se niegan a ser investigados.
De acuerdo con información manejada por El pulso laboral, Miguel Ángel Lezana Fernández, director general de difusión e investigación de arbitraje médico de la Comisión, el arbitraje es mecanismo voluntario para solucionar controversias, sin embargo, los galenos se oponen a él porque en el fondo “lo que tienen es una mala asesoría de abogados”.
La idea de que los pacientes no tienen recursos para contratar asesoría legal, dice Lezana, es promovida por estos abogados, lo que hace que los facultativos se rehusen a tratar con Conamed.
Tal decisión ocasiona que los pacientes se enojen, no obstante, los expedientes armados pueden ser usados para presentarlos ante el Ministerio Público, en cuyo caso “la cara de los médicos es otra”:
Nos han pasado casos en donde no logramos la conciliación, proponemos el arbitraje, pero el personal de salud decide no someterse y luego nos regresan el caso a través del Ministerio Público.
Recordó que en algunos estados de la República las Comisiones Estatales de Arbitraje Médico no ofrecen arbitraje, solamente conciliación, de modo que piden ayuda a la Conamed para que lo lleve a cabo.
Al respecto, destacó que la situación se torna difícil en entidades como Baja California Sur, Ciudad de México, Chihuahua, Durango, Quintana Roo y Zacatecas, donde no existe una comisión, sin embargo, en la Cámara Baja federal se discute una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud (LGS) por la que toda denuncia emitida por los pacientes tendría que pasar por la Comisión a fin de que se promueva la conciliación o el arbitraje.