A mediados del mes de marzo, el equipo de monitoreo de medios de Saludiario identificó el caso de Serguei Skripal, un ex-espía ruso que mantenía asilo político en un condado muy tranquilo en los suburbios del Reino Unido. Él, junto con su hija, fue víctima de un atentado terrorista por el que fue envenenado con una agente neurotóxico que lo mandó al hospital.
“Pensamos que no sobreviviríamos”
Hoy, a más de dos meses de lo ocurrido, el equipo de profesionales de la salud encargado de atender al ciudadano Serguei ha confirmado que, además de las 39 personas que también estuvieron hospitalizadas debido a la exposición de la neurotoxima, estaban convencidos de que no sobrevivirían.
Con esto en mente y a la luz de la información plasmada en un artículo publicado por la cadena de noticias DW Made For Minds, el Dr. Stephen Jukes, médico especialista a cargo del área de cuidados intensivos en el Hospital de Salisbury (SH) declaró a la BBC que, al darse cuenta de que los Skripal habían sido atacados con un agente nervioso, llegaron a la conclusión de que al igual que ellos no sobrevivirían.
Recurriríamos a todas nuestras terapias. Nos aseguraríamos de que tuvieran el mejor cuidado clínico. Pero toda la evidencia era que no sobrevivirían.
Por su parte, la directora del servicio de enfermería del SH, Lorna Wilkinson, explicó a la misma cadena de noticias que estaban realmente preocupados de que la distribución del agente neurotóxico llegara a más personas… que hubieran más heridos. “Hubo una verdadera preocupación sobre lo grande que esto podría ser.”
Rusia, responsable de los ataques
En este contexto de inestabilidad política y alta tensión asociada a una posible crisis sanitaria derivada de la neurotoxina diseñada por la inteligencia rusa, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, anunció la expulsión de 23 diplomáticos rusos en respuesta al ataque contra el exespía Serguéi Skripal, según informó la cadena BBC.
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