En la actualidad existe una notoria división entre los principales sistemas de salud del país y todo ha sido provocado por el propio gobierno. La forma en que ha destinado las vacunas contra la Covid-19 y el trato hacia los médicos privados es el motivo más evidente. A la mayoría se le ha negado el biológico tan solo por su lugar de trabajo. Eso ha derivado en múltiples manifestaciones para exigir un trato igualitario porque todos enfrentan el mismo riesgo.
Por su parte, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha mantenido una postura dura. No hay signos de que piense cambiar su punto de vista ante un tema tan serio. Su decisión es que todos los profesionales de la salud pendientes de la inmunización deben esperar hasta que sea su turno por el criterio de edad. Mientras que el problema es que mientras eso ocurre cada día se pueden infectar.
A su vez, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, declaró en días pasados que esta segregación está justificada. En su opinión, los médicos privados atienden a menos pacientes que los del sector público. Por lo tanto la división se realizó con base en ese criterio.
Pese a lo anterior también añadió que de ninguna forma las autoridades se han olvidado de los trabajadores de la salud. La situación se resume en que debe existir un orden para recibir la vacuna aunque al final se le proporcionará a todos.
¿Con quién prefieren acudir los pacientes?
Ahora bien, uno de los mayores problemas es que lo mencionado por López-Gatell está bastante alejado de la realidad. Con base en un análisis publicado en Animal Político, durante el último año los médicos privados han atendido al 43.2 por ciento de los pacientes sospechosos de Covid-19.
Para ser más específicos, de la cifra anterior se desprende que el 60 por ciento de las personas acude a consultorios médicos independientes y el restante a espacios anexos a farmacias.
De igual forma se ha detectado que inclusive personas afiliadas al IMSS e ISSSTE prefieren los consultorios privados. Uno de los motivos es que no deben esperar por horas para pasar con el médico. En esta modalidad el servicio es bastante rápido y prácticamente al instante.
De igual forma, el hecho de que los consultorios de bajo costo se han multiplicado y ahora existen por todo el país también es un factor a considerar. El traslado para cualquiera de estas unidades tiende a ser menor que el camino necesario para una clínica pública.
En ese sentido, los médicos privados encargados de atender este tipo de espacios se encuentran en una encrucijada. Por una parte, en todo momento se encuentran expuestos porque cualquiera de sus pacientes los podrían infectar. Mientras que por otra, las autoridades les han negado la vacuna que les ayudaría a evitar cuadros graves de la enfermedad.