Uno de los sucesos más terribles de los últimos años fue, sin lugar a dudas, la irrupción del incendio forestal desatado en la región de Pedrógau Grande, una de las locaciones más habitadas ubicadas en el corazón de Portugal, a unos 200 kilómetros de la megalópolis que representa la ciudad de Lisboa, el pasado martes 20 de junio de 2017.
El infierno en la tierra
Llamas de más de 20 metros del altura
Con esto en mente, la titular del Instituto Nacional de Emergencia Médica (INEM) de los servicios de salud en Portugal, Regina Pimentel, describió que éste ha sido uno de los episodios más oscuros para la población en esta tranquila región de la península ibérica. En este sentido, fue clara al decir que las maniobras de control se dificultaron debido a las condiciones de viento que hicieron incontenible el incendio.
Cientos de bomberos permanecen en alerta en ambos lugares para prevenir una reavivación de las llamas. Las autoridades dijeron que los incendios arrasaron con más de 40 mil hectáreas de bosques.
“Hicimos todo lo posible con los medios disponibles”
De acuerdo con los medios internacionales, fueron más de mil profesionales entre médicos, bomberos, policías y personal de protección civil las personas que participaron en la contención del desastre natural. Asimismo, se contó con la utilización de:
- 300 camiones repartidos sobre el territorio;
- 11 excavadoras; y,
- 13 medios aéreos (8 aviones y 5 helicópteros).
Vitor Daz Pinto, líder de Protección Civil:
Las llamas fueron tan fulminantes, tan explosivas, que había muy poco que hacer. Y todo lo que se pudo hacer, se hizo, sin ninguna duda. Es normal que las unidades no lleguen a todos los puntos. No llegan en Portugal y tampoco llegan en otras partes del mundo. No me consta que los tiempos de respuesta sean incorrectos. Estoy seguro de que todos los equipos de emergencia respondieron de la forma más eficiente con los medios que teníamos en ese instante.
Ecos del suceso:
El incendió provocó la muerte de 64 personas, la mayoría de ellos acorralados en sus autos calcinados, mientras intentaban huir de las llamas. Hay 157 heridos debido a la gravedad de sus lesiones y 38 personas evacuadas con fines preventivos.
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