Aunque todavía no existe una vacuna contra la Covid-19, cada vez se conocen más opciones para su atención y tratamiento en pacientes. Uno de los avances más alentadores fue dado a conocer por la Universidad de Oxford y se trata de un medicamento de bajo costo disponible en el mercado desde hace 40 años. Se trata de la dexametasona, un antiinflamatorio diseñado originalmente para el tratamiento de la artritis.
Con base en la investigación publicada, el fármaco reduce de manera considerable el riesgo de mortalidad en pacientes en estado grave. Es muy importante hacer la precisión de que sólo se ha detectado que funciona en personas en un estado avanzado de la enfermedad y no en el resto.
Por este importante descubrimiento inclusive la Organización Mundial de la Salud (OMS) expuso que planea actualizar la guía oficial de tratamiento Covid-19. El objetivo es añadir la dexametasona dentro de las opciones recomendadas.
Evitar consumo masivo del medicamento
Ahora bien, como ya se mencionó, esta indicación no es adecuada para todo el personal médico. Por lo mismo, Oliva López Arellano, titular de Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), acotó que los médicos generales o de primer contacto se deben de abstener de recomendar este medicamentos a sus pacientes. Advirtió que no debe usarse de forma masiva porque podría ser contraproducente.
La funcionaria detalló que sólo los especialistas deben recetar la medicina y, en específico, únicamente en cuadros muy graves.
Es un medicamento que no debe de usarse de manera masiva y mucho menos en primer contacto. Las investigaciones muestran que puede tener utilidad en cuadros muy graves y particularmente en hospitalizados, personas que están conectadas a un ventilador. Entonces es un manejo muy especializado, todavía está en fase de protocolización.
México todavía no autoriza la dexametasona como tratamiento
De hecho, acotó que en México todavía no se autoriza su uso de manera definitiva. Se analiza la posibilidad a partir de las investigaciones realizadas en el extranjero y podría incorporarse el medicamento al tratamiento de pacientes graves. Será en los próximos días cuando se publique un resultado definitivo.
Por otra parte, una alternativa todavía mucho peor es la automedicación. Ninguna persona debe consumir este medicamento por iniciativa propia porque todavía no se conocen los riesgos ni las consecuencias que podrían existir.