En nuestro país, los paros cardíacos son responsables de entre 33 mil y 150 mil muertes por año, por lo que se trata de un problema de salud pública, siendo lo más importante que el paciente reciba atención especializada de manera oportuna, aunque recientemente se produjo un caso atípico en China que muestra la perseverancia de los médicos.
En este caso, el Hospital Pediátrico de Changzhou, ubicado en la provincia de Jiangsu, recibió a un niño de 8 años que ingresó al ser diagnosticado de miocarditis. Después de recibir un tratamiento inicial, su estado empeoró y su corazón dejó de funcionar, por lo cual los médicos iniciaron una lucha por la vida del menor.
En un hecho pocas veces registrado, a lo largo de 5 horas un equipo de profesionales de la salud le realizó más de 30 mil compresiones torácicas hasta que lograron revivir al infante y estabilizar su corazón.
Al respecto, lo descrito por el personal del nosocomio muestra que tanto médicos como enfermeras se turnaron para la aplicación de las compresiones torácicas durante tanto tiempo hasta finalmente salvar la vida del menor.
En ese sentido, este peculiar tratamiento fue decidido por el personal del hospital debido a que carecían de una máquina de Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO), por lo que se decidió atender al niño de forma manual mientras llegaba el equipo especializado.
Por lo pronto, aunque la salud del infante ha evolucionado favorablemente y su corazón ha vuelto a latir de forma natural, el equipo del nosocomio decidió mantenerlo hospitalizado como una medida precautoria.