Es conocido que en los últimos años se ha recrudecido el nivel de violencia en nuestro país. Los enfrentamientos armados cada vez son más frecuentes y las consecuencias de estos actos son múltiples. En especial en la zona norte de México es donde se registran más casos que inclusive han provocado la huida de los habitantes.
En el municipio de Madera, en Chihuahua, se registró una lucha entre las fuerzas armadas y un grupo delictivo el pasado lunes. El saldo inicial es de dos muertos y varios heridos, entre ellos varios de los delincuentes. Pero ahora los profesionales de la salud también han sido dañados por este incidente.
Se reporta que dos médicos de la entidad fueron secuestrados por el crimen organizado. La intensión fue la de obligarlos a curar las heridas de algunos de los criminales que resultaron afectados durante el ataque.
Lo que causa más preocupación es que no se trata de la primera ocasión en que ocurre algo similar en nuestro país. En las áreas rurales de Chihuahua se han presentado casos de este tipo en los últimos años. Los “levantones” contra profesionales de la salud ya son frecuentes, lo que inclusive ha provocado que cada vez menos quieran laborar en la entidad.
El dinero no convence a los médicos
Tan sólo se debe recordar que el año pasado la Secretaría de Salud de Chihuahua (SSCh) ofreció sueldos de hasta 40 mil pesos mensuales para los médicos que quisieran ir a trabajar a las zonas rurales. Pero a pesar del incentivo económico no se logró motivar a los galenos. El motivo es entendible porque a pesar de la atractiva oferta, la seguridad personal es primero.