Médicos y especialistas del Hospital St. George de Londres diagnosticaron a una paciente con un pseudoaneurisma; una hinchazón de una arteria uterina que transporta directamente sangre al bebé.
Procedimiento experimental
Con esto en mente y de acuerdo con la información publicada por The Daily Mail, los doctores se valieron de su sapiensa para llevar acabo un procedimiento que nunca antes en la historia del Reino Unido se había realizado para salvar la vida de la madre y el producto de su concepción en la semana número 29 de embarazo.
De acuerdo con la publicación, la paciente llegó a las instalaciones del SGH manifestando dolor en el área abdominal. Un indicador que motivó a la paciente a consultar con el médico especialista pensado que se podía tratar de uno de los más de 15 millones de casos asociados a nacimientos prematuros que la Organización Mundial de la Salud (OMS) registra cada año.
En esa tesitura, un equipo de poco más de 30 especialistas, liderado por el Dr. Kevin Hayes, un obstetra y ginecólogo consultor del SGH, detalló que la condición de la paciente de nombre Polly Marshall es extremadamente raro ya que es poco probable que las mujeres desarrollen pseudoaneurismas durante el embarazo.
Escaneos detallados mostraron que la hinchazón en la arteria de Polly tenía 5 cm de diámetro y también se hacía más grande. El flujo de sangre a través de esta arteria es particularmente fuerte durante el embarazo, por lo que sabíamos que no hacer nada no era una opción. […] Sabiendo que no podían esperar a que su parto fuera natural, los médicos decidieron seguir adelante con la cirugía en junio del año pasado. Los expertos en anestesia, obstetricia y ginecología estaban disponibles en caso de que el bebé se angustiara y tuviera que ser entregado temprano.
De acuerdo con el especialista, os cirujanos vasculares también estaban en el quirófano, llevando el equipo total a 30 personas, en medio de temores de que el vaso sanguíneo principal podría romperse, lo que significa que podría sangrar hasta la muerte.
Insertaron un tubo fino en un agujero del tamaño de un alfiler en su ingle para alcanzar el aneurisma. Luego se insertaron bobinas de metal en la arteria que irriga la inflamación para detener el flujo sanguíneo.
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