Durante las vacaciones de verano se suele registrar un incremento en el número de accidentes caseros entre la población infantil. Por tal motivo es de suma importancia que recuerdes a tus pacientes adultos la importancia de mantener una estrecha vigilancia hacia los niños para evitar accidentes como el atendido por el IMSS en Nuevo León, donde un niño de 6 años sufrió tras meter una de sus manos a una lavadora en funcionamiento, lo que provocó que el equipo le arrancara el brazo.
Ante el incidente, los familiares del infante llamaron a urgencias y de inmediato llegó un equipo de socorristas de la Cruz Roja, quienes colocaron la extremidad amputada en hilo y se encargaron de trasladar al niño al Hospital de Traumatología y Ortopedia No. 21 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Monterrey.
Después estabilizar al menor, llevar a cabo los exámenes correspondientes y verificar las condiciones del brazo amputado, un equipo multidisciplinario se encargó de realizar una compleja cirugía que tuvo una duración de 10 horas y se logró reimplantar el brazo en el menor, aunque de manera preventiva el equipo médico espera que se cumpla estrictamente el tratamiento post-operatorio con la finalidad de disminuir los riesgos de rechazo en el paciente.
Por lo pronto, los especialistas mantienen la esperanza en que no se presente ninguna eventualidad, aunque lo ocurrido es una muestra más de accidentes caseros que se pueden prevenir si se mantiene una vigilancia adecuada en la población infantil, así que no dudes en expresarle a tus pacientes que jamás dejen sin vigilancia a sus hijos.