En el marco de la reunión anual ordinaria de la Asociación Americana de Médicos (AMA), el organismo hizo un llamado a las principales administraciones de los centros de salud distribuido a lo largo (y ancho) del territorio de Estados Unidos, para que se deje de comercializar la llamada “comida chatarra”, o fast food, al interior de los hospitales como una medida de rechazo frente al panorama de obesidad que no es exclusivo de EE.UU., sino de todo el mundo.
Estados Unidos y la Obesidad
La contradicción andante
Con esto en mente, los médicos y especialistas de la AMA señalaron aquello que consideraron como una contradicción enorme, ya que mientras atienden a la población más obesa del mundo, la mayoría de las opciones al interior de los sanatorios en esta región del mundo se compone básicamente de hamburguesas, papas fritas y refrescos de las principales cadenas comerciales de Estados Unidos.
Con esta medida mejorara la salud de los pacientes, el personal y los visitantes, ofreciendo una variedad de comida saludable, que incluya comidas basadas en vegetales que sean bajas en grasa, sodio y azucares adicionados, eliminando las carnes procesadas de los menús y promoviendo bebidas saludables.
El paciente obeso en EE.UU.
Tampoco sale barato. En promedio un paciente obeso en Estados Unidos hace un gasto anual de 4 mil 879 dólares para sobrellevar su enfermedad/condición. Una cifra que de acuerdo con la plataforma digital Statista, corresponde a 87 mil 99 pesos mexicanos.
En México es probable que no tengamos a las grandes cadenas del Fast Food al interior de las instalaciones de los centros de salud, pero si está “el de los tamales”, los taqueros y hasta “el camotero” en la entrada de los principales hospitales de la República Mexicana.
¿Habría que tomar alguna medida al respecto?
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