A partir del inicio de la pandemia fue necesario tomar decisiones de alto impacto para proteger a la población. Una de las primeras medidas fue decretar la Jornada Nacional de Sana Distancia. Con esto, todas las empresas de gobierno y muchas de las privadas adoptaron la vía remota como nueva manera de laborar. Mientras que en hospitales y clínicas se adoptó una medida similar. Todos los médicos y demás trabajadores de la salud con alto riesgo de mortalidad fueron enviados a sus casas para evitar su exposición.
Principales comorbilidades
Con lo anterior en mente, fueron alrededor de 40 mil trabajadores sanitarios los que no han regresado de manera presencial a sus puestos. La lista incluya a todos los que cuentan con cualquiera de las siguientes características:
- Tienen más de 60 años de edad.
- Tienen diabetes.
- Tienen cáncer.
- Tienen Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
- Tienen enfermedades cardiovasculares.
Pero ahora el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, señaló que todos ellos podrían regresar a los hospitales y clínicas muy pronto. Todo gracias al avance conseguido con el Plan Nacional de Vacunación.
Agregó que lo primero que se tiene contemplado es actualizar los lineamientos de la Jornada Nacional de Sana Distancia. Eso incluye que médicos y el resto de elementos puedan reintegrarse a sus funciones aunque con algunas restricciones.
Una de las principales es que las personas con cualquiera de las comorbilidades mencionadas primero reciban el esquema completa de vacunación. Con esto se garantiza una protección adecuada para para evitar cuadros graves de la Covid-19 que puedan conducir a la muerte.
Pero aunque ya existe la intensión de retomar el trabajo presencial todavía no existe una fecha definitiva. Se espera que en los siguientes días se lleve a cabo una reunión con representantes de todos los niveles para tomar una decisión final.
Hacen falta trabajadores de la salud en México
Por su parte, uno de los mayores inconvenientes de la Jornada Nacional de Sana Distancia es que hizo todavía más evidente el déficit de personal dentro de las unidades hospitalarias. Tan solo al inicio de la pandemia se estimaba que faltaban 200 mil médicos para cumplir con los parámetros internacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Al reducir todavía más la plantilla los trabajadores sanitarios restantes tuvieron que multiplicarse para cumplir con todas sus funciones y atender a la creciente cantidad de pacientes. En parte ese fue uno de los motivos por los que México se ha posicionado como uno de los países del mundo con más personal médico fallecido por Covid-19.