El médico emprendedor enfrenta ardua labor, ya que debe ofrecer un servicio de calidad para asegurar que los pacientes le otorguen su lealtad y, para ello, es necesario conformar y saber dirigir un equipo de profesionales de la salud que hagan de su consultorio médico el espacio predilecto de la gente. No obstante, para que esto ocurra, es indispensable convertirse en un buen líder de trabajo, ya que de eso depende en gran medida el desempeño de los colaboradores.
En muchos lugares de trabajo los jefes tienden a mantener un control constante de personal a fin de dirigir y supervisar sus actividades, sin embargo, esto puede resultar desgastante, poco efectivo e, incluso, contraproducente, de modo que la moderna gestión de personal o coaching prefiere olvidarse del control y fomentar aspectos que aumenten la productividad de forma natural. ¿Tú ya los cubres?
Compañerismo
- Establecer un vínculo de cordialidad con los colaboradores del consultorio médico aumentará en entusiasmo y, por tanto, fomentará el trabajo en equipo.
Creatividad
- Los problemas son diversos, tanto como las posibilidades de resolverlos. Si te encuentras, por ejemplo, con una persona pesimista dentro de tu equipo de trabajo, en lugar de descalificar su actitud analiza lo que dice y motívala para que te haga un análisis de riesgos en el mercado sanitario.
Empatía
- Ponte en el lugar de tus empleados. Recuerda lo que sentías cuando tenías un jefe intransigente y demuéstrales que más que un superior inmediato eres un coaching, alguien que se encargará de ayudarlos a crecer en beneficio de todos.
Motivación
- Anima a tus colaboradores a actualizarse. Ofréceles pláticas de capacitación, ebooks, o cursos on line gratuitos, verás que les encantará trabajar con alguien que se ocupa de su crecimiento personal y profesional.
Como médico emprendedor debes saber que, mientras más controlador o imtimidante te muestres con tus colaboradores tarde o temprano optarán por abandonarte dejándote “colgado” con tus pacientes. A fin de que esto no ocurra te conviene reconocer sus éxitos y recompensar los logros que atraigan a tu consultorio médico, de modo que nunca quieran abandonarte y, por el contrario, tiendan a ser más productivos.