La historia que tantas veces se ha visto en una película ocurrió en la vida real en nuestro país. Un médico del IMSS iba en un vuelo de avión para disfrutar de unos días de vacaciones y de pronto alguien en la tripulación se desmaya. Las aeromozas no sabían qué hacer y de manera fortuita descubren que había un anestesiólogo a bordo.
Salir de la rutina siempre es de gran ayuda para disminuir los niveles de estrés y ansiedad de la vida cotidiana. No importa si se hace en solitario o con la familia pero el objetivo es olvidarse del trabajo para tener un momento de relajación y tranquilidad.
¿Cuáles son los beneficios de salir de vacaciones?
- Reduce el agotamiento emocional y burnout
- Disminuye el absentismo
- Aumenta el compromiso laboral
- Incrementa los niveles de la calidad de vida
Médico del IMSS salva la vida de un pasajero en un avión
Con lo anterior en mente, el Dr. Javier de la Torre Anderson, quien trabaja en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 71 del IMSS en Torreón, Coahuila, decidió pedir unos días de vacaciones.
El objetivo era salir junto con su familia y especialmente con sus hijos antes de que empiece el nuevo ciclo escolar. Después de varios días fuera de la rutina laboral llegó el momento de retomar sus actividades cotidianas.
Para regresar a la vida convencional tomó un vuelo de Guadalajara a Torreón. Al inicio todo iba de manera normal y sin contratiempos. Aunque hubo un momento en el que el avión estaba en el aire que ocurrió una situación de máximo riesgo.
De acuerdo con una azafata, uno de los hombres de la tripulación se durmió. Al menos eso pensó al inicio pero después de un par de minutos observó que en realidad se había desmayado.
“¿Hay algún médico entre los pasajeros?”
En ese instante y sin saber qué hacer, el capitán del avión lanzó una pregunta a través del altavoz: “¿Hay algún médico entre los pasajeros?” Lo más sorprendente fue que sí había uno.
De manera automática el Dr. De La Torre se paró de su asiento y no dudó en apoyar. Al observar al pasajero que tenía una tonalidad morada, no respiraba y no tenía pulso, el médico del IMSS actuó de inmediato e identificó que tenía una arritmia.
Para evitar una tragedia el doctor solicitó el “carro rojo”, es decir, una alacena móvil que llevan todos los aviones y la cual contiene medicamentos para emergencias. Gracias a sus conocimientos utilizó los necesarios y procedió con la tarea de reanimación.
Después de un par de minutos se logró despertar al pasajero y al instante fue colocado en un asiento. Así permaneció hasta que el avión aterrizó en Torreón y de manera automática fue enviado a un hospital cercano para ser evaluado.
Gracias a su valentía, disposición y acción inmediata la tripulación entera del avión le dio un extenso aplauso al médico del IMSS. Su trabajo fue fundamental para evitar una tragedia y aunque nunca lo hubiera imaginado, durante su viaje de regreso a casa se convirtió en un verdadero héroe.
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