El trabajo de todo médico consiste en atender pacientes y procurar su bienestar. Inclusive desde el Juramento Hipocrático se establece la base de esta noble profesión. Los inconvenientes aparecen cuando la carga laboral excede las capacidades de una persona. Eso deriva en largas filas de espera y al final los doctores quedan exhaustos tanto a nivel físico como emocional. Es una situación que cada vez es más recurrente en especial en países como México donde prevalece un déficit de personal sanitario.
Aunque no es todo porque desde hace un año se añadió un nuevo enemigo que permanece activo en la sociedad. Se trata del virus SARS-CoV-2, causante de una de las pandemias más graves de la era moderna. La crisis sanitaria permanece vigente debido a los constantes rebrotes que han surgido alrededor del planeta.
Para hacer frente a este problema se logró desarrollar vacunas que tienen el objetivo de reducir las probabilidades de etapas graves de Covid-19. Ninguna es perfecta pero al menos disminuyen en gran proporción el riesgo a fallecer. Pero aunque se trata de una gran avance ahora debe combatir a nuevos adversarios. Se trata de todas las personas que se niegan a recibir la inmunización.
Creencias erróneas se multiplican por el mundo
En ese sentido, desde hace poco más de dos décadas surgieron los grupos antivacunas. Sin un sustento científico afirman que todo tipo de inoculación es dañina. Primero afirmaban que existía una presunta relación con casos de autismo y ahora creen en teorías de conspiración. El problema es que aunque se ha demostrado que sus argumentos son falsos el movimiento se mantiene activo e inclusive ha crecido en cantidad.
A la fecha Estados Unidos es uno de los países en donde hay más personas con este tipo de mentalidad. Aunque la nación cuenta con una cantidad suficiente de vacunas contra la Covid-19 hay habitantes que se niegan a recibir la inmunización.
Por su parte, Alabama es uno de los puntos donde está idea tiene mayor apogeo. Eso se traduce en el bajo porcentaje de población vacunada en comparación con otros estados del país.
¿Buena o mala idea?
Para ayudar a combatir esta mentalidad y también como una forma de protección personal un médico tuvo una idea. Se trata del Dr. Jason Valentine, quien colocó un letrero afuera de su consultorio ubicado en la ciudad de Mobile. “A partir del 1 de octubre de 2021, el Dr. Valentine ya no atenderá a pacientes que no estén vacunados contra la Covid-19”.
La fotografía con el anuncio se ha viralizado a través de redes sociales y la mayoría de los comentarios son en favor del profesional de la salud. Muchos le reconocen el esfuerzo que ha realizado desde el inicio de la pandemia y apoyan su iniciativa.
Al respecto, es necesario recordar que diversos estudios han mostrado el riesgo que enfrentan los trabajadores de la salud durante sus actividades cotidianas. Inclusive con el uso de Equipos Personales de Protección (EPP) se encuentran vulnerables a contagiarse en cualquier momento.
Pese a que una de las obligaciones de cualquier médico es no discriminar y ofrecer la misma calidad de servicio a todos los pacientes, también es necesario considerar la seguridad de cada uno de los galenos. Por lo mismo se ha señalado que más profesionales de la salud, tanto de Estados Unidos como de otras partes del mundo, podrían considerar colocar letreros similares afuera de sus consultorios.