Es común que durante la infancia, nuestros padres o maestros nos enseñen a competir para destacar en algún deporte o en la escuela. Lo mismo pasa en el trabajo, siempre tenemos esa sensación de que debemos competir y ser mejores que los demás.
Lo que casi nunca nos enseñan es a complementarnos y es precisamente en este punto que debemos hablar sobre tu competencia profesional, ese consultorio que está a dos o tres cuadras del tuyo y que tal vez quisieras que desaparezca, pues posiblemente pienses que “sin ese consultorio”, tu empresa de salud tendría más probabilidades de crecer con éxito.
Lo que el médico puede aprender de su competencia
De acuerdo con Entrepreneur la competencia no siempre es mala, pues incluso hay ocasiones en que puedes aprender y sacar provecho de ella. Checa estos cinco beneficios:
- Reafirma quién eres y cómo quieres hacer las cosas.
- Te reta y hace que te superes todos los días.
- Te ayuda a posicionarte en el lugar que deseas estar.
- Detona tu creatividad y te obliga a encontrar nuevas alternativas de desarrollo.
- Te impulsa a ser mejor cada día para ofrecer mejores servicios a tus pacientes.
Finalmente, el sitio Gestión recomienda observar y aprender de otros profesionales de la salud para que tengas más posibilidades de seguir creciendo.