Prácticamente todo medicamento en el mercado puede tener efectos secundarios negativos en la salud de tus pacientes, justo por dicha problemática es que antes de recetar un fármaco debe de considerarse si el beneficio es mayor que el perjuicio. De tal modo, un nuevo estudio ha develado que los medicamentos más utilizados en el tratamiento de la hipertensión pueden afectar el humor de quienes los toman, llevándolos incluso a la depresión.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo en la Universidad de Glasgow, y cuyos resultados fueron publicados en Hypertension, las personas hipertensas cuyo tratamiento se basa en el uso de beta-bloqueadores y bloqueadores de canales de calcio, tienen el doble de posibilidades de ser ingresados por desordenes mentales, entre ellos depresión aguda.
Sin embargo no todo son malas noticias para quienes padecen de hipertensión, pues aquellos que fueron tratados con antagonistas del receptor de la angiotensina II, mostraron un riesgo menor de ser admitidos por este tipo de problemas, incluso al compararlos con personas sin antecedentes de hipertensión o depresión. Por su parte quienes tomaron diuréticos mostraron la misma propensión a desarrollar este tipo de problemas que el resto de la población.
“Siempre ha existido información sobre la relación que existe entre la depresión y las enfermedades cardiovasculares… pero la forma actual de tratar la hipertensión no toma en cuenta a la depresión”, indicó el doctor Sandosh Padmanabhan, líder de la investigación, quien considera que los resultados de la misma también podrían reorientar el uso de algunos de estos medicamentos.
Por otra arte el investigador reconoce que aún queda mucho por investigar, pues el estudio sólo fue capaz de identificar aquellos casos en que la depresión era severa y habría que analizar si en otros casos existen cambios de humor mucho menos drásticos. Asimismo se tiene planeado investigar si el uso de estos fármacos influye de algún modo en la depresión posparto.
Viejos fármacos, nuevos usos
“Si los ARA son benéficos, entonces quizás los más conveniente sería reorientarlos”, aseguró Padmanabhan, quien cree que reaccionar de este modo es mucho más fácil que desarrollar nuevos antidepresivos, pues se trata de fármacos que ya han pasado las pruebas de seguridad para uso humano.
Del mismo modo considera que una persona que tiene predisposición a problemas mentales como la depresión no debería de recibir como parte de su tratamiento para hipertensión beta-bloqueadores o bloqueadores de canal de calcio, pues podrían terminar representando el empujón que necesita para caer en depresión.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud año con año 7.5 millones de personas alrededor del mundo mueren como resultado de una elevada presión sanguínea y para 2025 se calcula que mil 500 millones de personas vivirán con hipertensión sin controlar.
Sin lugar a dudas un interesante estudio que muchos cardiólogos deberían de evaluar y tener en cuenta al tratar con pacientes hipertensos, pues resolver un problema podría terminar por destapar otros tantos.