La salud es la base de la vida pero también es un sector que está expuesto a múltiples ataques. Uno de los problemas más comunes y el cual se encuentra en aumento es el de los medicamentos falsificados. Además no sólo representa un delito grave sino que pone en riesgo la integridad de quienes consumen este tipo de fármacos.
Los productos médicos de calidad subestándar y falsificados son, por naturaleza, muy difíciles de detectar. A menudo están diseñados para que parezcan idénticos a los productos genuinos aunque siempre hay indicadores que pueden ayudar para su correcta identificación.
¿Cuáles son las consecuencias de consumir medicamentos falsificados?
Es de considerar que estos productos pueden causar reacciones adversas obvias dadas las malas condiciones en su producción. Además implica mala higiene e intervención de personal no calificado, lo que origina impurezas desconocidas o incluso estar contaminados por bacterias.
Las consecuencias son significativas, los medicamentos vendidos ilegalmente pueden ser completamente distintos a lo que los compradores creen que están adquiriendo, lo que puede traer serios daños en la salud de las personas.
Pese a que, hoy en día, la utilización de medicamentos es algo cotidiano en la vida del paciente y en la población en general, su uso inadecuado puede convertirse en un verdadero peligro para la salud.
Así como lo determinan ciertos artículos, la automedicación constituye un problema a nivel mundial por su alta incidencia y el riesgo que representa en el bienestar de quienes la practican.
Con esto en mente, el uso adecuado de los medicamentos se convierte en un parámetro fundamental cuando se piensa en la salud individual y colectiva. Tanto los doctores como los pacientes deben cumplir su rol a fin de que los beneficios de su uso superen los riesgos.
El problema de los medicamentos falsificados afecta a todas las regiones del mundo. De este modo, es primordial trabajar en la educación y concienciación sobre esta situación que pone en riesgo la vida de los pacientes.
“Es de suma importancia que esos esfuerzos no se limiten a consumidores, pero también incluyan a todos los profesionales que comprende el ecosistema de salud. La prevención, vigilancia y combate contra los medicamentos falsificados es necesaria, así como la cooperación, colaboración y participación entre las agencias reguladoras nacionales e internacionales”, señala Ángel Méndez, director senior de Cumplimiento Corporativo de Seguridad Global de Pfizer.
¿Cuántos medicamentos son apócrifos en el mundo?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que uno de cada 10 productos médicos que están en circulación en los países de ingresos bajos y medianos es subestándar o está falsificado.
La globalización está dificultando la regulación de productos médicos, por lo que es importante contar con información confiable de los medicamentos que se están usando, y la forma más eficaz de evitar los medicamentos falsificados es utilizar únicamente los indicados por el profesional médico autorizado y distribuidos por entidades del sector que cuenten con registro.
Claves para identificar medicamentos falsificados
- Revisar el estado del envase y posibles errores gramaticales o de ortografía
- Constatar las fechas de fabricación y caducidad, verificando que los datos del envase exterior correspondan con los del envase interior
- Comprobar que el aspecto del medicamento es el esperado y que no muestre cambios de color, signos de degradación, ni olores extraños
- Notificar los productos médicos sospechosos al organismo nacional de reglamentación farmacéutica
Internet: una puerta de entrada para los medicamentos falsificados
El mercado del comercio electrónico crece todos los días. Si bien comprar en internet es cada vez más popular, y se convierte en una manera ágil y cómoda de adquirir lo que necesitamos, el aumento exponencial de las conexiones a internet proporciona a los delincuentes un punto de entrada relativamente fácil incluso a los mercados mejor reglamentados.
Los sitios web no regulados, las plataformas de las redes sociales y las aplicaciones de los teléfonos inteligentes pueden también ser cauces directos de productos médicos de calidad subestándar y falsificados.
Acceder a medicamentos sin la asesoría correspondiente supone una amenaza importante para la salud. De ahí que los tratamientos resulten ineficaces y se prolonguen las enfermedades, llegando, en ocasiones, incluso hasta la muerte.
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