Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, aunque todos los días del año podría serlo. Su trabajo y dedicación es muy importante para el desarrollo de la sociedad. Aunque el sentido original es el de solicitar equidad e igualdad de oportunidades, también se deben recordar algunos casos. Existen ejemplos de mujeres que rompieron esquemas y abrieron las puertas a todas las generaciones siguientes.
En el caso específico de la salud, Matilde Montoya Lafraga es un nombre que debe ser recordado. Se trata de la primera mujer mexicana en alcanzar el grado académico de médica. Tan sólo fue uno de los muchos actos que realizó a lo largo de su vida.
Nacida en la Ciudad de México en 1857, desde muy pequeña mostró una notable inteligencia. Eso se tradujo en que a los 4 años ya sabía leer y escribir. Contrario a la tradición de la época, ella se negó a vivir para casarse y llevar una vida tradicional. Sus aspiraciones eran más grandes y decidió estudiar como cualquier hombre.
De esta forma, a los 16 años recibió el Título de Partera en la Escuela de Parteras y Obstetras de la Casa de Maternidad. Apenas el primer paso de una larga carrera en la Medicina. Eso la llevó a continuar con sus estudios y especializarse. En 1882 fue aceptada en la Escuela Nacional de Medicina, pese a las críticas de sus compañeros y las autoridades. Ver a una mujer en este tipo de instancias era algo imposible para el México de la época.
Pese a todas las adversidades, concluyó sus estudios satisfactoriamente. Fue en 1887 cuando fue declarada Médica de cirugía y obstetricia por la Facultad de Medicina de México. De esta forma hizo historia y abrió el camino para todas las mujeres de nuestro país. Sin duda se trata de un ejemplo de honor y respeto en México.