A pesar de que una de las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido ofrecer prioridad a los médicos para recibir la vacuna contra la Covid-19 no se ha respetado por completo. Tan solo en México fueron contantes las quejas a inicios de este 2021 de trabajadores que fueron ignorados a pesar de su contacto directo con pacientes. Tuvieron que esperar meses hasta por fin recibir este beneficio y mantenerse protegidos.
Pero ahora también se debe contemplar una situación inversa aunque parezca difícil de comprender. En especial Estados Unidos es un país que durante los últimos años se ha visto afectado por los grupos antivacunas. Sin un fundamento científico se oponen a recibir cualquier tipo de inmunización y eso pone en peligro a comunidades enteras.
Persisten las opiniones negativas contra las vacunas
Desde hace meses se dio a conocer un peculiar evento ocurrido en el Hospital Houston Methodist. En ese nosocomio se unieron al menos 153 trabajadores de diversas áreas para negarse a ser vacunados contra la Covid-19.
Inclusive todos los elementos se unieron para presentar una demanda colectiva. Su argumento es que nadie los podía obligar a ser inoculados. Además señalaron que no creían en los beneficios de la vacuna y por eso se oponían a recibirla.
Después de ser analizado por las autoridades un juez emitió su veredicto. La respuesta definitiva fue que aunque la inmunización no es obligatoria, por trabajar en un hospital y estar en contacto con pacientes absolutamente todos deben recibirla. De lo contrario se propicia el surgimiento de brotes que ponen en peligro a terceros.
Trabajadores despedidos y sin indemnización
Mientras que ahora Fierce Healthcare informa que todos los trabajadores que participaron en la demanda colectiva fueron despedidos. A cada uno se le dio un plazo para acudir a vacunarse contra la Covid-19 y al no cumplir con la obligación no solo perdieron su trabajo sino que no serán indemnizados porque así lo marcan las normas del país.
Por su parte, las autoridades del Hospital Houston Methodist señalan que el resto de la plantilla, conformada por casi 25 mil empleados, ya se encuentra protegida. Solo se trato de un pequeño grupo minoritario el que se mantuvo en contra de la vacuna a pesar de laborar en un entorno sanitario.
Lo ocurrido resulta una ironía si se considera que a la fecha existen países que todavía no reciben al menos una dosis y deja expuestos a los médicos que atienden a los pacientes. Mientras que en otros lugares prevalece una mentalidad en contra de los biológicos aunque siempre sin un fundamento lógico.