Las malas prácticas médicas son uno de los problemas más graves dentro de la profesión. Se trata de situaciones que ningún paciente desea experimentar aunque por desgracia hay miles e incluso millones que las padecen. Con esto en mente, lo más importante es conocer en qué consisten y especialmente la forma en que se pueden prevenir.
Antes que nada se debe entender que los médicos son personas y no dioses perfectos. Por lo tanto, en cualquier momento pueden cometer fallas al momento de realizar sus labores. El inconveniente se genera cuando las equivocaciones son de gran magnitud o incluso provocan consecuencias fatales.
¿Qué son las malas prácticas médicas?
Las malas prácticas médicas son acciones u omisiones de los profesionales de la salud que van en contra de los estándares éticos, legales o científicos de la medicina y que pueden causar daño al paciente. Además pueden ser intencionadas o producto de negligencia, ignorancia o descuido.
También se debe dejar en claro que no necesariamente tienen relación con la experiencia. Con esto en mente, incluso los médicos con una amplia trayectoria las pueden cometer de manera accidental. De igual forma, ser joven o recién egresado ni significa que alguien sea inferior que los demás.
¿Cuáles son las malas prácticas médicas más comunes?
Para ser un profesional de la salud es necesario cumplir con una extensa preparación; sin embargo, nada garantiza que dentro de la práctica clínica puedan ocurrir equivocaciones y algunas de las más frecuentes son las siguientes.
Errores de diagnóstico
- Diagnosticar incorrectamente una enfermedad o no diagnosticarla a tiempo.
- No realizar las pruebas adecuadas o interpretar incorrectamente los resultados.
Errores de tratamiento
- Administrar medicamentos incorrectos o en dosis erróneas.
- Realizar cirugías innecesarias o realizar procedimientos quirúrgicos de manera incorrecta.
- No proporcionar el seguimiento adecuado después del tratamiento.
Falta de comunicación
- No informar adecuadamente al paciente sobre su condición, opciones de tratamiento y riesgos.
- No escuchar las preocupaciones del paciente.
- No mantener registros médicos precisos y completos.
Negligencia médica
- No cumplir con los estándares de atención médica.
- No tomar las precauciones necesarias para prevenir infecciones.
Falta de profesionalismo
- Comportamiento inapropiado o poco ético.
- No respetar la confidencialidad del paciente.
¿Cómo prevenir las malas prácticas médicas?
No existe un manual para evitar al 100% las malas prácticas médicas pero sí es posible reducir la probabilidad de cometer fallas. Más allá de siempre estar atento lo ideal es seguir las siguientes indicaciones y recordar que un doctor jamás se debe cansar de aprender.
Educación y formación continua
- Los médicos deben mantenerse actualizados sobre los últimos avances y las mejores prácticas.
- La formación en comunicación y ética médica es fundamental.
Comunicación efectiva
- Los médicos deben establecer una comunicación clara y abierta con sus pacientes.
- Deben escuchar atentamente las preocupaciones de los pacientes y responder a sus preguntas de manera clara y comprensible.
Seguridad del paciente
- Los hospitales y clínicas deben implementar protocolos de seguridad para prevenir errores médicos.
- Se deben utilizar sistemas de verificación para garantizar la administración correcta de medicamentos y la realización segura de procedimientos quirúrgicos.
Supervisión y rendición de cuentas
- Los hospitales y clínicas deben tener sistemas de supervisión para garantizar que los médicos cumplan con los estándares de atención.
- Se deben establecer mecanismos para que los pacientes puedan presentar quejas y buscar reparación por malas prácticas médicas.
Al final, la suma de la capacitación continua, la comunicación con el paciente y aprovechar la tecnología es la base para prevenir las malas prácticas médicas. El trabajo en equipo no sólo disminuye las fallas sino que garantiza una atención de calidad.