El médico emprendedor soporta largas jornadas laborales, fuertes cargas de trabajo y estrés continuo, de modo que tiene derecho a procurarse unas vacaciones para relajarse y alejarse de la rutina.
Si estás a punto de tomar unos días libres o tienes oportunidad de escaparte un fin de semana, considera alguna de estas opciones para disfrutar tu tiempo al máximo:
1. Isla Holbox. Ubicada en la costa norte de la península de Yucatán dentro de la Reserva Natural Yum Balam, se le considera parte de una de las regiones ecológicas más importantes del mundo.
Posee gran diversidad de ecosistemas y es santuario del tiburón ballena. Se trata de un destino ideal para médicos amantes de la naturaleza. Su arena coralina ofrece un espacio tranquilo para relajarse.
2. Conventos de la Mixteca. Los antiguos templos y ex conventos dominicos dispersos en la Mixteca Oaxaqueña conforman uno de los conjuntos de arte y arquitectura religiosa del siglo XVI más notables del continente americano. Se trata de un destino ideal para médicos que disfrutan de reconstruir pasajes de la Historia.
3. La Isla. Este campamento ecoturístico ubicado en una isla de la presa Zimapán, situada entre Querétaro e Hidalgo, ofrece al médico un espacio para tomar el sol, nadar en alberca, ver paisajes naturales, mecerse en hamaca y leer.
Se trata de uno de los más imponentes cuerpos de agua del centro de México, el cual destaca por facilitar la pesca deportiva, asimismo, existen recorridos en lancha para ver las cascadas y manantiales cercanos o la gigantesca cortina de la presa.
4. Wirikuta. Este territorio sagrado ubicado a 3 horas de Real de Catorce, en San Luis Potosí, ofrece al médico una opción para contemplar la vida espiritual del pueblo huichol, que entre diciembre y enero arriba a este punto para comunicarse con sus ancestros, ya que es ahí donde inicia su identidad.
Quien visite este destino podrá conocer la cosmogonía de esta mágica cultura y disfrutar de un ecosistema considerado por la UNESCO como Sitio Natural Sagrado, ya que en su reserva de 140 mil hectáreas alberga flora y fauna endémica que se encuentra en peligro de extinción, como el águila real, símbolo de la bandera mexicana.