En Saludiario te hemos hablado en ocasiones anteriores sobre los tipos de jefes y asistentes que pueden causarte problemas. En esta ocasión toca el turno al tipo de colegas tóxicos relacionados con una mayor pérdida de productividad y potencialmente dañinos para la atmósfera laboral.
Como sabemos que identificarlos en ocasiones suele ser complicado, aquí te hicimos una lista con los más comunes que puedes encontrarte.
Víctimista
- Seguro en alguna ocasión has encontrado a alguien “mala vibra” que asegura que todo lo que pasa a su alrededor es negativo. Ellos son “víctimas” de cualquier situación y culpan a todos su alrededor de lo que les pasa. Además disfrutan haciendo sentir mal a los demás en cuanto no se hace lo que quiere.
Desganados
- Ellos todo el tiempo aseguran estar cansados, no dormir bien y tener un constante dolor de cabeza. Su estado anímico es una constante entre el sufrimiento por las pocas ganas de enfrentarse al trabajo diario y la frialdad. La desgana es una de las actitudes más contagiosas y que pueden convertirse en un pernicioso freno para el trabajo en grupo.
Manipuladores
- Este tipo de compañeros suelen ser los más peligrosos en el entorno, pues a pesar que son inteligentes utilizan esa pericia para engañar a los demás en beneficio propio. Para ese tipo de gente el resto de compañeros de trabajo solo son un medio para alcanzar sus objetivos particulares. Carecen de escrúpulos y con tal de ascender no dudan en traicionar a quien sea.
Criticones
- Quizá en alguna circunstancia hasta tu has sido un poco criticón pero existe gente que no importa la cuestión sobre la que se debata ni los argumentos empleados, ellos siempre estarán ahí para criticar y exagerar la parte negativa de todo, creyéndose además que son dueños de la verdad absoluta. Puedes detectar a este tipo de colegas por que son los que se destacan por ser unos eternos insatisfechos que nada los hace felices, por lo que suelen bajar la alegría de quienes los rodean.
El acusón y ‘lamebotas’
- Este tipo de persona siempre está atenta para adueñarse de los méritos de los demás a ojos de sus superiores. Nunca dejan pasar por delante una buena oportunidad, aunque para ello tenga pisotear a los compañeros, de quienes suelen informar sobre sus errores y debilidades para dar la sensación a los jefes de que son mucho mejores que los demás. Son unos maestros al momento de echar la culpa y sacar el mayor provecho de los errores ajenos.