Los recuerdos son la raíz de quienes somos

Aunque problemas de salud pública como los distintos tipos de demencia son inevitables lo que sí se puede hacer es retrasar su aparición.

Si somos honestos, la mayoría de los médicos practica la medicina reactiva, es decir, trata a las enfermedades de los pacientes una vez que ya son evidentes, pero rara vez se trata de prevenir. Por más que se ha tratado que los doctores sean más consejeros, desde el médico primer contacto, esto no ha sido posible, lo cual haría un cambio sustancial en la población en general.

Un ejemplo es la oxidación que llega con la edad, lo cual pocos médicos explican, además de las maneras de evitarla, o bien, retrasar estos procesos. Y ahora que viene el “Día del Padre”, nada mejor que hablar de la prevención, que es el mejor regalo que podemos hacer a nuestro progenitor – para quienes tengan la dicha de tenerlo- en este fin de semana.

Dicen por ahí que la oxidación es como el amor, porque es bastante evidente. Por ejemplo, las personas que no se hidratan bien, comen mal, duermen poco y aquellas que fuman “como chacuacos” suelen lucir más cansados, grises, opacos, con la edad encima. A todos nos ha pasado que de pronto nos encontramos con viejos amigos y ya casi no los conocemos por los cambios significativos en su persona.

La edad es el mayor oxidante que se conoce

Sin duda, como dice el doctor Mauricio Veloso, director médico de BioLife -empresa que distribuye en el país el Omega 5 con nanotecnología-, “la edad es el mayor oxidante que se conoce, la cual es visible en todos los seres vivos, pero cada organismo es distinto y la forma cómo llevamos nuestra vida es la diferencia entre quienes se les nota más la edad y quienes siempre parecen más jóvenes. Por eso vemos personas de buen talante que nos sorprenden cuando revelan su verdadera edad biológica”.

En este sentido, un activo muy valioso que nos preocupa a muchos es la pérdida de la memoria y, de hecho, es uno de los mayores temores de todos, particularmente de nuestros seres queridos y cuando vamos cumpliendo más años y vamos llegando a los siguientes pisos etarios… Al principio suelen aparecer los olvidos involuntarios, que uno atribuye a descuidos. En estos casos, el deterioro cognitivo suele ser leve.

Sin embargo, más adelante, sobre todo si no nos hemos cuidado lo suficiente y si no hemos cultivado la gimnasia cerebral, con lecturas diarias, escritura constante, hechuras de crucigramas y conversaciones profundas de diversos temas, entre otros ejercicios, por lo general se presentan pérdidas cognitivas más significativas.

Hay muchas personas que pueden vivir en su limbo

Cuando el deterioro cognitivo ya está más avanzado, en términos médicos se le conoce como demencia senil, la cual, a quien esto escribe no se le hace tan desconocida pues su abuela materna (QEPD), que tenía un nombre que ya no se usa en las nuevas generaciones, Crescencia, oriunda de Celaya, Guanajuato, desde que estaba en la década de sus sesenta y tantos años tenía esta enfermedad. A veces desconocía a todos sus familiares, incluyendo a sus hijos, pero tenía breves periodos de lucidez, para luego volver a su limbo, estadío que podía durar días, semanas o meses incluso.

Como sabemos, estimado gremio médico, la más común de las demencias es el temido Alzheimer, en donde ya se presenta, en el individuo que la padece, la pérdida de funciones de independencia básica, como alimentarse, ir al baño y asearse, entre otras. Esas alteraciones casi siempre reducen la capacidad de funcionar en las relaciones sociales, familiares, o laborales de un adulto mayor.

Reitero, con la edad suele llegar la pérdida de memoria, pero entonces volvemos al factor de la prevención del que se hablaba al principio de esta columna, el reto está en evitar o retrasar el proceso. Pero no nos confundamos. Debemos reconocer que esto no le pasa a la mayoría de las personas, pero lo que sí es un hecho irrefutable es que con la edad empiezan a aparecer con más frecuencia los olvidos involuntarios.

Evitar tener una vida sin recuerdos

Empero, el gran desafío es evitar tener una vida sin recuerdos, porque debe ser lamentabilisimo tener una vida que contar y no acordarse de nada. Esto es algo por lo que nadie debería de pasar, pero la realidad es que sucede, y a veces, con más frecuencia de la que nos gustaría aceptar. Recordemos al escritor y médico inglés S.J. Watson, quien tiene una frase memorable: “Los recuerdos son la raíz de quienes somos. Y añade: “Lo fundamental para el ser humano es la capacidad de rememorar nuestras experiencias, lo inquietante que debe ser estar varado en el tiempo, sin conocimiento del propio pasado. (…). La gente que padece Alzheimer tiene problemas con la pérdida de memoria todo el tiempo, pero de alguna manera es más chocante verlo en una persona joven y sin embargo no debería serlo”.

Tampoco es fácil reconocer que no hay cura para la pérdida de memoria. Algunos logran recuperar algunos recuerdos con el tiempo, si tienen suerte, pero otros no tendrán esa dicha. El doctor Veloso resalta que la pérdida de la llamada “memoria de largo plazo” por lo regular ocasiona que los individuos se olviden, incluso, de segmentos enteros de su vida; en cambio, la pérdida de la “memoria de corto plazo” provoca que las labores más simples y sencillas de todos los días se conviertan en un verdadero desafío.

Desde que nacemos, todos nos oxidamos

De ahí la importancia de la prevención desde una temprana edad, por lo cual nada mejor que consumir y recomendar antioxidantes, porque todos, desde que nacemos, nos oxidamos -que es una forma elegante de decir que envejecemos- todos los días. Y si no, parafraseando al Jesús histórico, “que levante la mano quien no se está oxidando en este momento”.

Una forma de prevenir es consumir el Omega 5 con nanotecnología, porque es un antioxidante que al ser un compuesto natural, derivado del aceite de la semilla de granada, puede ser consumido de forma continua y permanente por los pacientes, ya que no genera adicción, a decir del director médico de BioLife.

Lo mejor, la prevención y cuidarse desde joven

“Al ser un complemento nutricional, no medicamento, éste no se contrapone con ninguno de sus tratamientos, al contrario aumenta la efectividad del tratamiento médico, con mayor beneficio en pacientes con Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple y diabetes, entre otras enfermedades”, concluye Veloso.

Dado lo anterior lo mejor es la prevención y cuidarse desde joven, tener una alimentación sana, hidratarse correctamente, no fumar, evitar el alcohol, hacer ejercicio diario y tener buenos hábitos en general, como la lectura y la convivencia con diversos grupos de personas, todo lo cual nos dará un buen saldo al final de la vida.

Estetoscopio

● Ahora que las conferencias vespertinas de salud bajaron la cortina, el doctor Hugo López- Gatell, subsecretario de Salud, anunció que habrá una transformación de la Subsecretaría a su cargo, donde se inaugurará un área de Inteligencia en Salud, con el fin de actuar mejor ante futuras pandemias. Ya veremos.

● Por el lado de la Cofepris, se anunció que con el nuevo esquema optimizado que se instrumentó hace tres meses y medio, se han emitido opiniones sobre más de 50 medicamentos. Enhorabuena para Alejandro Svarch, titular de la agencia sanitaria mexicana.

Jorge Arturo Castillo es licenciado en Ciencias de la Comunicación (CC) y maestro en Relaciones Internacionales (RI) por la FCPyS de la UNAM. Es socio director de Comunicación CM, desde donde edita medios especializados en las industrias farmacéutica, salud, energía y tecnología. Es profesor de periodismo de la carrera de CC, en la UNAM, desde hace más de 27 años. Es generador de contenidos y ha desempeñado diversos cargos periodísticos en los principales medios de comunicación en México, así como algunos internacionales.