Desde que Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia del país, comenzaron varios cambios. Uno de los principales ha sido su política llamada Austeridad Republicana para evitar el desperdicio de recursos. Aunque en un inicio parecía una buena idea el controlar los gastos del gobierno, en realidad no lo ha sido del todo.
Aunque a todos los funcionarios se les retiró su Seguro de Gastos Médicos Mayores, también han existido recortes al sector salud. Derivado de esta situación, se reportan hospitales de al menos 9 entidades en los que ha empezado un desabasto de medicamentos. Se trata de los ubicados en Tamaulipas, Hidalgo, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Coahuila, Nuevo León, Puebla y la Ciudad de México.
Menos recursos para la salud pública
De acuerdo con el Dr. Gustavo Pérez Toga, director del Hospital Civil de Ciudad Madero, en Tamaulipas existe un desabasto de medicamentos y material de curación del 40 por ciento.
Otro aspecto a considerar es que en varios centros de salud ha existido un recorte de personal. Pero a pesar de contar con menos médicos y enfermeras, se le brinda atención a la misma cantidad de pacientes que antes. De esta manera, la saturación de trabajo se ha incrementado inclusive todavía más de lo que era antes. Las salas de espera lucen abarrotadas y el problema luce cada vez más evidente.
De igual forma, debido a la Austeridad Republicana no se tiene contemplada la construcción de hospitales para este año. La idea sólo es concluir los heredados por la administración pasada y darle mantenimiento a las unidades de salud. A decir del Dr. Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud (SSa), existen al menos 250 centros abandonados o inconclusos en todo el país. Pero la disyuntiva es que no se ha mencionado cuando comenzarán las obras de mantenimiento.
Si bien, la idea de recortar los gastos del gobierno es positiva en algunos aspectos, en otros ha sido injusta. Resulta entendible la política de ahorro, pero en el caso de la salud pública no se pueden escatimar recursos.