El infarto cerebral es uno de los problemas más frecuentes entre las enfermedades vasculares cerebrales (EVC) que afecta al mexicano. Para tener una idea de su impacto, al año se registran 170 mil casos en nuestro país. Cabe destacar que dicho evento vascular ocasiona, por segundo, la pérdida de más de 33 mil neuronas de 86 mil millones que el ser humano tiene.
Así lo afirmó el Dr. Erwin Chiquete, médico neurólogo del Dpto. en Neurología y Psiquiatría del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ). Además añadió que una de cada tres personas presenta algún grado de discapacidad después de sufrir una EVC. El motivo es porque el cerebro es el responsable de generar los movimientos, percepciones sensitivas y acciones que realiza el cuerpo. Aunque lo más alarmante es que el 15 por ciento pierde la vida en los primeros 30 días.
Las EVC son alteraciones neurológicas que afectan a nivel de los vasos sanguíneos del cerebro, venas y arterias. Se caracterizan por su aparición repentina en personas de todas las edades, pero sobre todo en mayores de 65 años. En el caso de un infarto cerebral, por cada segundo que pasa el cerebro sin recibir aporte sanguíneo, las personas envejecen ocho horas debido a la ruptura de 231 millones de conexiones neuronales que produce la pérdida de más de 33 mil neuronas.
Detectar a tiempo el problema
La detección a tiempo y la pronta atención médica son las claves para reducir significativamente las secuelas posteriores a una EVC porque la vida de las personas no se torna igual, pues, existen daños los cuales pudieran impactar de manera significativa. Desde anomalías leves que apenas logre notar el neurólogo; problemas para comer, hablar, caminar; hasta el estado en coma, vegetativo o incluso la muerte.
Con el objetivo de crear conciencia entre la población respecto a una EVC, la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León estableció en el 2012 la estrategia “HEROE” para población de habla hispana. Funciona mediante siglas para identificar los síntomas a tiempo y acudir a los servicios médicos lo antes posible:
- H (habla incoherente, extraña o con dificultad)
- E (extremidades con parálisis, adormecimiento o debilidad)
- R (rostro adormecido o desviado)
- O (ojo cegado o paralizado)
- E (emergencia, llamar de inmediato al 911 en caso de presentar una o más manifestaciones).
Lo que debes de informar a tus pacientes es que nadie se encuentra a salvo de padecer una EVC. El factor de riesgo más importante y modificable que lo detona es la hipertensión arterial. Le siguen la diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, sedentarismo, alcoholismo y tabaquismo.