Es claro, que cuando la fuerza de la sangre contra las paredes del corazón aumenta considerablemente se corre un mayor riesgo de sufrir ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares. De ahí, que los medicamentos antihipertensivos se conviertan en un elemento estrella, usado por médicos en diferentes tratamientos.
De hecho, lo primero que se debe hacer es tomar conciencia sobre la importancia que existe de medir en forma frecuente los valores sistólico y diastólico de la presión arterial. Especialmente porque la hipertensión es una enfermedad silenciosa que pocas veces presenta síntomas y solo es detectada tras una eventualidad medica de otra índole.
Los medicamentos antihipertensivos evitan riesgos
Vemos, que las personas de edad avanzada tienen mayor tendencia a mantener elevados los niveles de presión arterial. Sin embargo, no solo este grupo etario la sufre. Por ello, el médico de cabecera emplea diferentes métodos para establecer un diagnóstico preciso. Es así, como el monitoreo ambulatorio, los análisis de laboratorio, el electrocardiograma o el ecocardiograma, son de gran utilidad.1
De esta forma, se entiende que una medida por debajo de 120/80 mm Hg, es considerada normal. Mientras que, con valores de 180/120 mm Hg, el paciente se enfrenta a una crisis hipertensiva que requiere atención de urgencia. Sin embargo, los topes intermedios se catalogan como hipertensión; entre intervalos que van desde moderada a alta; que requieren ser atendida y controlada eficazmente.1
Por tanto, cuando los valores son ligeramente elevados, los profesionales de la salud establecen inicialmente un plan de acción que incluye una dieta rica en frutas y verduras, pero baja en sal. Además de recomendar la orientación de un nutricionista para mantener un peso adecuado y habituarse a rutinas de ejercicio que los aleje del sedentarismo.
Cuando la medicación es necesaria
En, pero, después de una evaluación rigurosa y darle la oportunidad al paciente de disminuir los niveles de tensión arterial a una medida de poco riesgo; de una manera natural; se hace necesario recurrir a los medicamentos antihipertensivos para cuidar la salud. Básicamente, porque de lo contrario se aumenta el peligro de sufrir aneurisma, derrame cerebral, daño ocular, problemas renales o cardiopatías.
Aquí, los diuréticos se convierten en los principales medicamentos antihipertensivos, ya que, estos buscan ayudar a los riñones a eliminar el sodio y el agua. Igualmente, encontramos los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina y los bloqueadores de los canales de calcio, que permiten relajar los vasos sanguíneos, favoreciendo el flujo.2
De manera similar, se emplean los alfabloqueadores y alfabetabloqueadores, buscando reducir las señales nerviosas hacia los vasos sanguíneos, evitando que se estrechen. Al tiempo que, se disminuye el ritmo cardiaco, llegando a minimizar la presión que se hace en el corazón.2
Otras opciones
Este tipo de tratamiento, incluye la combinación de dos a tres tipos de medicamentos antihipertensivos, para ajustar la receta al cuadro clínico y las necesidades puntuales del paciente. De ahí, que también agreguen antagonistas de la aldosterona, que ayuda a eliminar la acumulación de sal y liquido en el organismo.2
Es así, como notamos que los medicamentos antihipertensivos se hacen necesarios cuando la presión arterial no se alcanza a regular con hábitos de vida saludable. Dando paso, a una mezcla de opciones farmacológicas que deben de ir de la mano del profesional de la salud, para mantener a raya los niveles de riesgo y poder vivir con calidad.
Referencias:
- Fármacos para la hipertensión. Rev. Cubana Farm [Internet]. 2000 Ago. [citado 2021 Sep. 13]; 34(2): 147-151. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75152000000200011&lng=es.
- Juana Benedí, Carmen Romero. Antihipertensivos. Elsevier. [internet] 2005 [consultado sep. 13]; 19(9):58-63. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-antihipertensivos-13079693.