El trabajo que todos los profesionales de la salud realizan a diario es invaluable. En especial a lo largo de la actual pandemia de Covid-19 se le ha dado un nuevo significado. Tan solo en México ha permitido la recuperación de más de dos millones de pacientes. Para conseguirlo miles de médicos, enfermeras y demás elementos han hecho grandes sacrificios como extender sus jornadas laborales.
Lo mejor de dedicarse a la Medicina
En ese sentido, una de las gratificaciones más grandes que se pueden recibir es ver la evolución de una persona. Muchas llegan a desarrollar etapas graves de la enfermedad pero gracias a una atención adecuada logran superar la infección. Cuando un paciente te agradece tu trabajo sabes que hay algo que has hecho bien y vale la pena continuar con esta lucha.
Ahora bien, tampoco se puede negar que hay muchas adversidades que deben enfrentar los profesionales de la salud. Desde mucho antes de la pandemia ya se había advertido de la falta de inversión en este sector tan importante. A la fecha México destina apenas el 2.4 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB). Mientras que en países como Estados Unidos la cifra llega hasta el 10 por ciento.
La consecuencia de lo anterior es que existen muchos hospitales con equipo viejo y obsoleto. Además a la fecha prevalece un déficit de 200 mil médicos en todo el territorio nacional. Eso provoca que los que existen deben realizan dobles labores para poder atender a tantos pacientes.
También se debe añadir que los trabajadores de la salud ya están cansados por todo el esfuerzo que han realizado durante año y medio. En algunos casos sienten que su aportación no ha sido suficiente porque la crisis sanitaria se mantiene e inclusive se ha agudizado. Además cuando alguien no está en óptimas condiciones aumentan las probabilidades a cometer errores.
Resultados del actual rebrote
Todo esto viene a colación porque de acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa), del 30 de mayo al 14 de agosto se registraron 21 mil 342 casos de Covid-19 entre el gremio sanitario. La cifra significa que cada día hubo 277 nuevos infectados.
Con esto se puede apreciar que la tercera ola ha sido más agobiante que las anteriores. Aunque ha disminuido la tasa de mortalidad el riesgo de contagio se mantiene bastante alto.
Por su parte, aunque en estos momentos prácticamente todos los trabajadores de la salud ya recibieron la vacuna contra la Covid-19 no significa que estén por completo a salvo. El riesgo a contagiarse siempre va a existir y más por las condiciones de su labor. A diario están en contacto con pacientes y en zonas con una alta carga viral. Por lo mismo se afirma que ya se ha convertido en una profesión de alto riesgo.