Varias investigaciones han confirmado que las infecciones nosocomiales son el tipo de problemas que se presentan con mayor frecuencia en los servicios de salud, no sólo en México, sino en el mundo entero.
De acuerdo con un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni siquiera los hospitales más modernos del mundo se encuentran libres de este problema, el cual se encuentra subinvestigado, pues hasta el momento ningún país ha desarrollado un estudio confiable que exponga con precisión la frecuencia con la que ocurren las infecciones intrahospitalarias.
Según los resultados dado a conocer durante la reciente cumbre sobre infecciones hospitalarias organizada por la OMS, entre el 5 y el 10 por ciento de los pacientes que ingresa a las instalaciones de los hospitales más modernos del mundo se encuentran en riesgo de adquirir una o más infecciones. Dicha problemática se agrava en los países en desarrollo, como en el caso de México, donde las infecciones nosocomiales pueden incrementarse hasta 20 veces.
Riesgo latente
El estudio también menciona que a nivel mundial existe un subregistro de esta clase de problemas al interior de los hospitales. Y en los países que cuentan con un sistema de vigilancia, los gobiernos deben enfrentarse a la falta de uniformidad en los criterios para el diagnóstico de infecciones nosocomiales.
La OMS afirma que en los países en vías de desarrollo, 4 de cada 10 pacientes son susceptibles de adquirir una infección en el hospital.
En el caso de México, la Secretaría de Salud (SSa) ha informado que alrededor de 450 mil casos de infecciones intrahospitalarias provocan la muerte de 32 personas por cada millón de habitantes por año, lo que da como resultado 3,840 fallecimientos aproximadamente.
En este sentido, la SSa menciona que las infecciones intrahospitalarias más comunes en los nosocomios de nuestro país son:
- Neumonía
- Infecciones urinarias
- Heridas quirúrgicas
- Y las asociadas a la circulación de la sangre.
Finalmente la OMS, a pesar de la serie de recomendaciones que ha dado para reducir la prevalencia de infecciones nosocomiales, éstas no han sido tan efectivas en México, pues aún está muy lejos de alcanzar la meta establecida por la máxima organización de salud.