Morir es un viaje que todos los seres humanos inevitablemente vamos a emprender; sin embargo, el “cómo” muchas veces puede cambiar, y ahí es donde entran los cuidados paliativos, que buscan el “bien morir”. En ciertas circunstancias es posible evitar el sufrimiento innecesario en pacientes con enfermedades terminales y eso obliga a tomar drásticas decisiones.
Al respecto, la Dra. Mafer Arboleda, especialista en dolor crónico y cuidados paliativos, explica lo complicado que enfrentar un momento de este tipo. Aunque es una realidad que es una situación a la que están expuestos todos los médicos como parte de su vida profesional.
“Así como nos preparamos para el nacimiento, hay que prepararnos para la muerte. Si han estado en un parto, saben qué es duro y a veces hasta traumático. De la misma forma, desprendernos de esta dimensión puede llegar a ser muy complejo, pero podemos hacerlo lo menos difícil posible tanto para el paciente como para su familia”.
Los cuidados paliativos constituyen un planteamiento que mejora la calidad de vida –¿o de muerte?– de los pacientes y sus familiares y/o cuidadores cuando se enfrentan a una enfermedad terminal. En este sentido, previenen y alivian el sufrimiento a través de la identificación temprana, la evaluación y el tratamiento óptimo del dolor y otros síntomas, sean estos a nivel físico, psicosocial o espiritual.
Tipos de enfermedades para las que funcionan los cuidados paliativos
A la fecha prevalecen algunas inquietudes sobre los cuidados paliativos, ¿aceleran la muerte?, ¿solo son para personas con cáncer avanzado?, ¿solo se ofrecen en hospitales? La especialista menciona que proveen de confort y una mejor calidad de vida relacionada con la salud desde que se diagnostica una enfermedad avanzada hasta el final de la vida.
Por lo anterior no son únicamente para pacientes con cáncer terminal sino también para pacientes con otras condiciones médicas como VIH/SIDA, secuelas de eventos cerebrovasculares, demencias terminales, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), falla renal, hepática o cardiaca no trasplantables, entre otras.
Por otro lado, los cuidados paliativos se pueden proveer en cualquier lugar donde viva el paciente por un profesional de la salud debidamente entrenado en esta área. Además también pueden coexistir con los tratamientos que se ofrezcan para la enfermedad de base (por ejemplo, quimioterapia, cirugía o radiación). Los síntomas que pueden mejorar con el tratamiento paliativo son: dolor, ansiedad, insomnio, falta de apetito, además de proporcionar bienestar, estabilidad emocional y espiritual tanto al paciente como a su familia.
Y ahora, ¿qué es una muerte digna? La Dra. Mafer responde que en realidad es algo muy personal y dependerá de cada individuo. Es una idea subjetiva, así como cuando nos preguntamos qué es el sufrimiento, el cual puede llegar a ser percibido de forma muy diferente de una persona a otra, y muchas veces, los que realmente sufrimos somos los que nos quedamos en esta dimensión, no el que se está yendo. Entonces, lo que se busca al ofrecer una muerte digna es controlar, de la mejor forma posible, el dolor y otros síntomas asociados, además de proporcionar medidas de confort y acompañamiento cercano y continuo al paciente y su familia y/o cuidadores.
Por otro lado, uno de los mitos más grandes relacionados con los cuidados paliativos es que éstos van a acelerar la muerte de quien se encuentra al final de la vida, y muchas veces se llega a pensar que lo que ha ocurrido es que el médico se ha “dado por vencido” con el paciente. Sin embargo, como se ha mencionado previamente, los cuidados paliativos buscan mejorar la calidad de vida relacionada con la salud, brindar bienestar y confort al paciente y su familia, y no aceleran, pero tampoco retrasan la muerte. Esta llegará cuando tenga que ocurrir. La esperanza se convierte, más que en curar, en vivir la vida al máximo y plenamente hasta donde se pueda.
Cannabis medicinal al final de la vida
La incorporación del cannabis medicinal en cuidados paliativos puede ayudar al paciente a controlar algunos de los síntomas de la mano de los dos cannabinoides más conocidos, THC y CDB. Cada uno tiene distintos efectos y, de acuerdo con el síntoma que se busque controlar, se elegirá alguno de estos cannabinoides como coadyuvante de los tratamientos tradicionales o convencionales. Por lo tanto, el cannabis medicinal puede ser un gran aliado para aliviar síntomas no solo a nivel físico, sino también a nivel emocional, atenuando la ansiedad, el estrés y contribuyendo a morir dignamente.
De acuerdo con un estudio que se realizó en https://www.saludiario.com/wp-content/uploads/2015/12/8f6d71a5-bigstock-human-brain-and-computer-chip-39563953-1-e1464383720513.jpg en 2,970 pacientes con cáncer, en quienes se utilizó cannabis medicinal en un periodo de dos años, a los seis meses de iniciado el tratamiento con cannabis medicinal, el 95.5% encontraron mejoría en síntomas como dolor, insomnio, ansiedad y falta de apetito.
Finalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que anualmente 40 millones de personas necesitan cuidados paliativos, cuando, actualmente, a nivel mundial tan solo un 14% de las personas que necesitan de asistencia paliativa la reciben.