Los anticuerpos de las llamas (también dromedarios, alpacas y camellos) son muy potentes y pueden inhalarse como remedio para la COVID19. La bióloga computacional israelí Dina Schneidman-Duhovny, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha examinado las calidades de docenas de anticuerpos de una llama en particular, llamada Wally, y ha identificado cuáles son los mejores para luchar contra el Coronavirus en humanos.
Los anticuerpos de llamas para vencer enfermedades se usan desde 2019
La investigadora y su grupo trabajan sobre esta idea de usar los anticuerpos de llamas para vencer enfermedades desde 2019. Los anticuerpos que resultaron ser los mejores candidatos analizados por Schneidman-Duhovny fueron testados por su equipo estadounidense con coronavirus y células humanas y, aparentemente, los resultados indicaron que los anticuerpos de la llama reducen significativamente la capacidad del virus de contagiar más células.
Pero, ¿por qué ocurre esto con las llamas? Tal y como ha explicado la investigadora “porque la familia de las llamas, también dromedarios, camellos y alpacas, tienen, además de un sistema inmune que actúa como el nuestro, uno paralelo que produce nano anticuerpos…Y los nano anticuerpos son especiales porque es mucho más sencillo y barato replicarlos que los anticuerpos humanos, y, además, pueden ser administrados por vía respiratoria, lo cual se está desarrollando ya para análisis clínicos”.
Los anticuerpos de las llamas son muy potentes
Según Schneidman-Duhovny, los nano anticuerpos de las llamas son “muy potentes” y su uso podría salvar a millones de pacientes potenciales. Esto lo lograron “porque los anticuerpos se pegan al virus casi como un pegamento y no se sueltan. Además, estos anticuerpos son muy específicos y atacan al coronavirus de manera muy precisa, siendo inhalados, van directamente a los pulmones, donde se reproduce más”.
Lo que está claro es que los tratamientos con anticuerpos no son nuevos, tampoco el extraerlos de animales, ya que desde el principio de la pandemia se han administrado anticuerpos de pacientes recuperados. Y ahora existen cócteles de anticuerpos sintéticos, como el que se le inoculó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, basado en anticuerpos humanos y animales.