La Esclerosis Múltiple es la primera causa de discapacidad neurológica no traumática en los adultos jóvenes. Se calcula que afecta a 20 mil mexicanos y aproximadamente 2.5 millones de personas a nivel mundial.
Este padecimiento ha cobrado mayor notoriedad en los últimos tiempos, no sólo por las elevadas cifras de pacientes en todo el mundo, sino también al darse a conocer el nombre de personalidades que han sido diagnosticadas con ella. Pero la realidad es que todavía se considera una enfermedad relativamente desconocida.
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Por lo anterior, tu trabajo como médico es muy importante para transmitir información verídica y derribar ideas erróneas. En ese sentido, te compartimos 5 mitos sobre la Esclerosis Múltiples que debes erradicar en tus pacientes de acuerdo con el Dr. Carlos Pla.
- Es una enfermedad terminal
La EM es una enfermedad que no tiene cura; sin embargo, los avances científicos e investigaciones médicas han logrado desarrollar tratamientos innovadores con un alto nivel de efectividad y seguridad que contribuyen a frenar la progresión del padecimiento y, con ello, controlar en gran medida los síntomas, con lo cual los pacientes con EM logran tener una mejor expectativa de vida. - No hay tratamientos efectivos
Hoy en día, los pacientes con EM tienen la posibilidad de iniciar un tratamiento modificador de la enfermedad, el cual sirve para prevenir o reducir el número de brotes, así como la acumulación de la discapacidad al tratar de evitar que el sistema inmunológico ataque a la mielina. Existen diferentes opciones de tratamientos farmacológicos con perfiles y formas de administración distintos. - Es hereditaria
La EM no es hereditaria, sin embargo, si una persona padece la enfermedad, sus familiares directos tendrán una discreta mayor probabilidad de padecerla, aunque el riesgo es bajo y no implica que la condición se transmitirá por vía genética. - El paciente termina en silla de ruedas
Se estima que alrededor del 70 por ciento de los pacientes con EM tienen una discapacidad leve o moderada, y sí podrían llegar a requerir el uso de una silla de ruedas si no son diagnosticados y tratados con una terapia eficaz. Por ello, una detección oportuna que derive en un tratamiento de alta efectividad será esencial para mejorar la calidad de vida. - Limita la vida del paciente
El paciente de EM afrontará con mayor eficacia la enfermedad si mantiene un tratamiento integral que incluya un componente farmacológico, terapias de rehabilitación y hábitos de vida saludables, tales como: practica de ejercicio regular, una dieta balanceada con alto contenido de vitamina D y antioxidantes, no abusar del alcohol, no fumar y tener buenos hábitos de sueño.