El examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) representa un reto dentro de la formación académica de los médicos. Sin embargo, ante la duda y dificultad, a continuación te presentamos cuales son los errores más comunes a la hora de estudiar para el examen con la finalidad de que puedas estar bien informado y mejorar tus resultados.
¿Cómo se estructura el ENARM?
Según la página oficial del ENARM, el examen se estructura en una versión con reactivos diferentes para cada uno de los 4 días de aplicación.
Cada reactivo se diseña por al menos 8 profesores expertos, quienes participan conforme a perfiles específicos en las diferentes etapas de elaboración o análisis y calibración, control de calidad, dictamen de grado de dificultad y nivel de dominio, validación y aprobación final por profesores expertos.
El examen, consta de 450 preguntas estructuradas en reactivos con formato de casos clínicos que tienen de una a tres preguntas cada uno con una sola opción correcta basada en la modalidad de la mejor respuesta y 3 distractores. Son 405 preguntas con casos clínicos en español y 45 preguntas con casos clínicos en inglés que también evalúan conocimientos médicos. Cada pregunta tiene un tiempo estimado de respuesta de un minuto.
Errores más comunes
La preparación de un examen es estrategia pura, y muchas veces cometemos pequeños errores que hacen que seamos pocos productivos. Como es natural, en algunas ocasiones los estudiantes olvidan la importancia de diseñar una estrategia que maximice sus esfuerzos. Por lo tanto, a continuación, te presentamos 3 de los errores más comunes dentro del proceso de estudio.
Desorganización
A diferencia de otros exámenes, para el Nacional no hay un temario, por lo tanto, puede venir cualquier pregunta de cualquier tema que esté en los libros de medicina vistos durante la carrera.
Así pues, hay que distribuir las horas de estudio y para este caso, la proyección de un calendario puede ayudar a mejorar la distribución de los tiempos y los temas.
No olvidemos que el tiempo es uno de los recursos más importantes de los que disponemos. Si como estudiante se hace un uso inteligente de todos los recursos salvo el del tiempo, no se logrará sacar el provecho máximo de ninguno de ellos.
Además, es necesario controlar el tiempo, ya que su pérdida produce estrés debido a su mala distribución, viéndose así minimizado el rendimiento a la hora de presentar el examen.
No hay motivación
Sin motivación no hay acción, así de simple.
Según el estudio hecho por; Predicting Long‐Term Growth in Students’ Mathematics Achievement: The Unique Contributions of Motivation and Cognitive Strategies. Está comprobado que la motivación juega un papel fundamental en nuestro aprendizaje.
Los resultados de dicho estudio mostraron que el nivel inicial de logro estudiantil estaba fuertemente relacionado con la inteligencia, con la motivación y las estrategias cognitivas que explican una variación adicional.
Según lo que establecen muchos especialistas en el tema, el poder cumplir con determinados objetivos se debe en un 30 por ciento a la práctica que llevamos a cabo y un 70 por ciento a la motivación que tenemos a la hora de realizar la actividad.
No saber estudiar
Los estudiantes que no obtienen un buen puntaje en el nacional es porque no saben procesar información en un corto periodo de tiempo. Para este tipo de exámenes, se sabe que hay que dobletear información y generar métodos que auxilien en el proceso de aprendizaje.
El no saber qué estudiar representa un alto desgaste a nivel emocional. Entre más tiempo pasa, más difícil resulta tomar una decisión, lo que se traduce en una sensación de estancamiento de la que es cada vez más difícil salir.
Algunos consejos que pueden ayudar en dicho proceso son:
- Preparar el ambiente adecuado para tu sesión de estudio.
- Eliminar las posibles distracciones.
- Leer en voz alta al estudiar.
- Tomar buenos apuntes y hacer mapas dinámicos.
- Hacer un repaso rápido de 1 hora antes del examen.
- Tomar clases con profesores particulares.
Por último, como lo mencionamos anteriormente, la mayor parte del examen ENARM está constituido por casos clínicos. Por eso, a pesar de que tus libros de teoría podrían ser un gran apoyo, es preciso buscar métodos de estudio que incluyen casos clínicos reales.
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