A escala internacional, los antivacunas son un riesgo considerable. Europa, América Latina y Norteamérica han experimentado el resurgimiento de enfermedades que estaban erradicadas. México es uno de los privilegiados países que han escapado del efecto de estos movimientos. Todavía el año pasado la amenaza que representaba esta ideología era casi imperceptible.
Meses después, el panorama ha cambiado. Los antivacunas son ya reconocidos como un peligro sustancial al sistema de salud internacional. Y en México, aunque todavía los casos son aislados y aún no se registran grupos organizados, empieza a surgir la necesidad de una acción coordinada para eliminarlos. Así lo afirma el infectólogo pediatra José Luis Arredondo García en entrevista con Saludiario.
[Ya es momento de abordar el riesgo de los antivacunas con acciones organizadas desde el sector salud]. Creo que hace falta información a nivel de la población. Recuerdo las campañas de cuidado para reducir la natalidad o en épocas invernales para la influenza. Pero ya no las vemos. […] Todos nuestros avances en vacunación se caen a pedazos si no se difunden entre la gente.
Ignorancia, la gran aliada de los antivacunas
Arredondo García señaló que todavía domina la ignorancia entre la población. Apuntó que no se tienen buenos programas de educación para la salud. Este fenómeno, explica, impide que se transmita información de calidad sobre la inmunización a amplios sectores del país. Señala que esta falla es la que puede permitir a los antivacunas transmitir sus ideas en el futuro próximo.
[Por esta desinformación], las personas son muy susceptibles a anécdotas y datos que no son reales. Este fenómeno es el que observamos en la mayoría de los casos. Incluso lo vemos con algunos médicos. Profesionales de la salud que dicen ‘yo no me vacuno, porque las veces que lo he hecho me ha ido muy mal’. Al mismo tiempo, con las nuevas formas de comunicación digitales, estos grupos antivacunas están incidiendo en otros países.
Reafirmó que los antivacunas todavía no están bien estructurados en México. En el sentido de que todavía no hay grupos organizados cuyo objetivo sea esparcir desinformación. Sin embargo, reafirmó que el peligro está latente y en cualquier momento podría verse un movimiento nacional.