Todas las personas con aspiraciones a convertirse en médicos saben que hay un largo camino por recorrer. La formación es más extensa que cualquier otra carrera porque se necesitan el menos seis años. Durante esta etapa se presentan las primeras guardias y jornadas con más de 24 horas seguidas de trabajo. Eso provoca altos niveles de estrés que conducen a la aparición del Síndrome de Burnout. En ocasiones se piensa que al egresar de la universidad todo será distinto pero no siempre es así. De hecho en la mayoría de las ocasiones se complica el panorama.
Una vez en el mundo laboral aparecen otras decepciones como la falta de oportunidades de trabajo. Mientras que en otras ocasiones sí hay ofertas pero mal remuneradas y sin prestaciones u otro tipo de gratificaciones. Al final eso genera que los encargados de cuidar la salud de los demás deban descuidar la propia.
Un riesgo más al que se enfrentan los médicos
Pero ahora se debe agregar un nuevo inconveniente que ha estado presente desde hace décadas pero ahora vive un apogeo. Se trata de la violencia contra los médicos y demás profesionales de la salud. Pero eso no es todo sino que particularmente se han incrementado las agresiones mortales que ya han dejado ha varias víctimas dentro del gremio.
Sin importar las circunstancias actuales por la pandemia la violencia se ha mantenido activa en la mayoría del territorio nacional. Mientras que un aspecto todavía más preocupante es que muchos de los crímenes se mantienen impunes. Hasta la fecha no hay detenidos y se desconocen los motivos que llevaron a cada una de las sangrientas agresiones.
Nombres de todas las víctimas
Con base en el portal NTR a lo largo de este 2021 se han confirmado al menos seis asesinatos de médicos en el país. El primero del que se tiene registro ocurrió el 28 de enero y se trató de Mariana Sánchez, quien era Médica Interna de Pregrado (MIP) en Chiapas. Su caso ha servido para difundir las precarias situaciones que enfrentan los estudiantes.
Posteriormente, el 30 de junio se registró el asesinato de otro MIP, ahora de nombre Luis Fernando Montes de Oca Armas en Zacatecas. Lo más grotesco es que también el conductor de la ambulancia en la que viajaba fue atacado y el vehículo terminó incendiado.
También en Zacatecas pero el 8 de julio se reportó el deceso de la radióloga María Esther Talamantes Bañuelos. Con base en la investigación ella iba en su vehículo cuando unos sujetos armados le indicaron que se detuviera. Al no seguir sus instrucciones le dispararon y una bala impactó en una de sus piernas. Producto del ataque perdió el control del coche y se salió del camino hasta chocar con un árbol.
Mientras que el 11 de julio se reportó el asesinato de Michele Colosio, un radiólogo italiano pero que desde hace más de una década radicaba en nuestro país. El hecho ocurrió en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y presuntamente se trató de un asalto a mano armada.
Un día después, el 12 de julio, el pasante de Enfermería, José Miguel Trejo Varela, resultó herido producto de un asalto en la capital de Zacatecas y finalmente falleció.
En tanto que el caso más reciente hasta este momento tuvo lugar el 14 de julio en Tapachula, Chiapas, cuando el Dr. Hiram Fuentes fue atacado de forma directa afuera de su domicilio por unos sujetos en motocicleta. Al recibir varios impactos de bala murió al instante.
Los casos mencionados tan solo son de los que se tiene conocimiento aunque es probable que existan más. También falta agregar otros delitos como robos y secuestros. Todos ellos son resultado del alto índice de violencia que se registra en todo México y ante el cual nadie está a salvo, ni siquiera los profesionales de la salud.