Si algo ha enseñado la Covid-19 es que se trata de una enfermedad que requiere de un puntual seguimiento. Aunque en ocasiones desaparece sin dejar rastro también existen otros casos en los que genera secuelas que se prolongan por días e inclusive meses. Por tal motivo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrece el servicio de rehabilitación para todas las personas que lo requieran.
En torno a este tema, la institución dio a conocer que este servicio se encuentra disponible en las unidades médicas de primero, segundo y tercer nivel. Hasta este momento se ha brindado el apoyo requerido a casi 178 mil personas que han desarrollado diversas complicaciones después de superar la enfermedad.
Afectaciones frecuentes que se presentan
A nivel nacional, el IMSS cuenta con 191 unidades, servicios y módulos de rehabilitación, con el objetivo de otorgar rehabilitación integral a sus derechohabientes. Dentro de las secuelas más recurrentes se encuentran las siguientes:
- Dificultad para respirar.
- Cansancio o fatiga luego de actividades físicas.
- Tos.
- Dolor de pecho, estómago, cabeza o palpitaciones.
Los pacientes con secuelas pulmonares leves tardan cuatro semanas máximo en rehabilitarse, y cuando son severas hasta 12 semanas. En otros casos donde las personas presentan miopatías o neuropatías el promedio de recuperación tarda entre 6 y 12 meses.
Los pacientes con seguridad social tienen la posibilidad de ser valorados en su Unidad de Medicina Familiar (UMF) y ser referidos a algún servicio de rehabilitación. El objetivo es que se puedan reintegrar en poco tiempo a su vida familiar y laboral de manera oportuna.
Entre los propósitos de la rehabilitación integral que otorga el IMSS está identificar de forma temprana secuelas en pacientes ambulatorios, disminuir el efecto de éstas y otras complicaciones que perjudican la calidad de vida del paciente.
Todas las áreas médicas que participan en la recuperación del paciente
En el proceso de recuperación participan médicos con especialidad en rehabilitación, terapistas físicos y ocupacionales, fonoaudiólogos, psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales, personal de enfermería y de medicina del trabajo, que implementan técnicas para recuperar la funcionalidad del organismo.
Este equipo multidisciplinario desarrolla un plan de tratamiento individualizado para restaurar la condición física, cognitiva, psicológica, social y laboral del paciente, con el objetivo de brindarle una adecuada rehabilitación para el retorno a sus actividades.
Secuelas en salud mental que también se presentan
Por otra parte, los supervivientes de la enfermedad no solo han mostrado desarrollar afectaciones en su salud física sino también en la mental. Dentro de las secuelas más frecuentes de este tipo están delirium, ansiedad, depresión y problemas del sueño. Cuando se trata de este tipo los pacientes reciben atención psicológica en las unidades y servicios de rehabilitación.
De igual forma, es necesario realizar una revisión general a cada paciente. De esta manera el área de Nutrición puede valorar si presenta desnutrición, obesidad, enfermedades crónicas no trasmisibles o descontrol metabólico que puedan interferir con su recuperación.
Esta estrategia de atención por parte del Seguro Social inició en febrero de 2021 con la apertura de dos Módulos de Rehabilitación Integral COVID-19 y Salud Mental en el Hospital General Regional (HGR) No. 1 Orizaba, y en el Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZMF) No. 32 en Minatitlán, Veracruz; en abril de 2021 se abrió un módulo en la Consulta Externa del Centro Médico Nacional La Raza, y en junio comenzó el programa en 106 unidades y servicios de rehabilitación del IMSS.