A pesar del conflicto personal que puede llegar a representar para un médico el practicar un aborto, en Chile un nuevo proyecto de ley en materia de salud eliminará la llamada “objeción de conciencia”, es decir, la negativa por la cual los profesionales de la salud se pueder rehusar a efectuar dicho procedimiento. De aprobarse el proyecto de reforma, todos los médicos deberán practicar el aborto en caso de que sea requerido por algún paciente.
En este orden de ideas, la medida impulsada por los legisladores, y que ahora se encuentra en revisión por el H. Senado de Chile, despertó el descontento de los médicos pro-vida quienes denunciaron que, de aprobarse la norma, el derecho a la objeción de conciencia no será posible y traerá consecuencias complejas para la profesión.
Aborto,
¿Una cuestión de ética o salud?
El documento plantea, entre otros temas que merecen una mayor precisión, que la objeción de conciencia no será aplicable a las instituciones de salud y al personal médico como:
- Enfermeras;
- Matronas; y,
- Arsenaleros.
De tal manera, la nueva Ley de aborto posibilitará al médico en Chile para que pueda objetar en conciencia bajo dos supuestos excepcionales:
- Cuando la vida de la madre esté en riesgo y no exista otro profesional que pueda reemplazarlo; y,
- Cuando una mujer esté a punto de cumplir las 12 semanas de embarazo, fecha límite de la causal de violación.
Al respecto, el médico ginecólogo obstetra Jorge Becker Valdivieso, advirtió que esta nueva forma de ver la práctica médica tendrá repercusiones más sensibles que lo aparente, ya que, irremediablemente, habrá un determinado número de médicos que se negará a la práctica de este procedimiento y que, por lo tanto, se irán rezagando en los principales centros de salud de la patria chilena.
Aunque yo sea objetor estoy obligadamente en la cadena del aborto legal, En el mediano plazo habrá un grupo de médicos altamente calificados que se irá de los hospitales públicos porque no estarán dispuestos a hacer abortos bajo ningún concepto. Eso ya ha ocurrido en otros países, donde los objetores no tienen cabida en las unidades de alto riesgo obstétrico, ni en las unidades de parto. Se perderá un capital humano importante.
¿Tú qué piensas?
Imagen: Saludiario