Ignacio Rubí Salazar, subsecretario de Previsión Social de México, anunció cambios en la Tabla de Enfermedades de Trabajo, la cual no se actualizaba desde que se expidió el 1 de abril de 1970, hace 46 años.
Aseguró que éste es un hecho histórico, pues se incorporaron a la Ley Federal del Trabajo “dos tablas importantísimas en materia de seguridad y salud en el campo laboral, la de Enfermedades de Trabajo y la de Evaluación de Incapacidades Permanentes”.
Desde agosto pasado, la Comisión Consultiva Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (COCONASST) decidió eliminar 49 padecimientos por considerarlos síntomas y agregar 73 nuevas enfermedades ocupacionales, entre las que destacan los cánceres de origen laboral y trastornos derivados de factores de riego tanto psicosociales como ergonómicos.
Rubí Salazar precisó que las tablas “ya estaban obsoletas, no acordes a la morbilidad y siniestralidad que se presenta en el ámbito laboral”.
Agregó que las enfermedades del trabajo son resultado de la exposición de los empleados a tres tipos de agentes: físicos, químicos y biológicos, por ejemplo exposición a altas temperaturas, el contacto o exhalación de sustancias químicas y la existencia de bacterias en el lugar de trabajo; asimismo, mencionó la influencia de dos factores de riesgo: psicosocial y ergonómico, como presión derivada de las intensas cargas de trabajo, las largas jornadas laborales y el manejo continuo de máquinas, equipo o herramientas.
Sobre este tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había señalado con anterioridad que los riesgos para la salud en el lugar de trabajo (incluidos calor, polvo, ruido, productos químicos peligrosos, uso de máquinas inseguras y estrés psicosocial) provocan enfermedades ocupacionales que pueden agravar otros problemas de salud.
De igual forma, ha destacado que “las condiciones de empleo, la ocupación y la posición en la jerarquía del lugar de trabajo también afectan a la salud”, de modo que quienes laboran bajo presión o en condiciones precarias son propensas a fumar más, tener dieta poco saludable y efectuar menos ejercicio.
Por su parte, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) había estimado en 2005 en más de 2 millones los fallecimientos anuales producidos por accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo, por lo que pedía aplicar medidas para frenar el crecimiento de los decesos por esta causa frente a la rápida industrialización de algunos países.
Al respecto, vale mencionar como ejemplo a China, donde los nuevos casos de enfermedades ocupacionales, según gráfica de Statista con información del Ministerio de Salud de este país (MOH, por sus siglas en inglés), pasaron de 12 mil 212 en 2005 a 27 mil 240 en 2010, lo que representó crecimiento de un 123 por ciento en un lustro.
En el caso de México, destaca que las nueva enfermedades del trabajo presentaron importante aumento en cáncer de origen laboral, pues de reconocerse 4 tipos se pasó a 23.
En enfermedades infecciosas y parasitarias también hubo importante incremento al pasar de 21 a 40, no obstante, en las del sistema respiratorio hubo un declive al ir de 50 tipos reconocidos a sólo 16.
El funcionario hizo hincapié en que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social busca impulsar una cultura de la prevención para reducir el riesgo de que un empleado sufra un accidente o enfermedad laboral.
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