Para acompañar a las palabras y darles un toque mágico que cautive a las personas a quienes nos dirigimos utilizamos la comunicación no verbal, lo que llamamos el lenguaje corporal. Aplicado a la medicina se entiende como el estudio de observación e interpretación de los gestos, acciones y movimientos tanto de los profesionales de la salud como de los pacientes, para obtener información importante.
La mayor parte de la información se obtiene y se transmite mediante el lenguaje corporal (proxemia y kinesia), y el tono de voz que se utiliza (paralenguaje) afectado además por elementos que le dan contexto como el sonido, la luz, la materia, el entorno, el vestido, entre otros, que hacen del lenguaje corporal un elemento muy importante y fundamental en la comunicación.
El lenguaje corporal es universal
La teoría se apoya en estudios científicos de que el lenguaje corporal está conformado por respuestas corporales que son innatas y universales, lo que le da una connotación común y accesible a todo el mundo. Las expresiones faciales de las personas en general, son idénticas y muestran patrones de movimiento facial que son básicas ante la alegría, la tristeza, el asco, entre otras, con las que se demuestra que la teoría es correcta.
El lenguaje corporal en el entorno médico
En el entorno médico, es muy importante la comunicación del profesional con su paciente, pues deben asegurarse de que la información es clara y que es recibida por el interlocutor de forma correcta. Aunque el lenguaje corporal es innato y universal, es tomado cada vez con más seriedad y se presta atención a su estudio e interpretación para mejorar la comunicación al máximo posible.
El lenguaje corporal mejora la relación médico-paciente
Al médico le permite ser un mejor receptor del mensaje y le facilita la transmisión del mismo, incrementando la eficiencia del diagnóstico y el tratamiento. Al paciente le supone una interpretación acertada del mensaje que le quiere transmitir su doctor, dándole una información de mayor calidad y evitando errores. La relación médico-paciente es directa, de alto contenido emocional, por lo que el paciente encuentra en la mirada, los gestos y los movimientos del profesional lo que no entiende en las palabras.
El entorno también influye
Junto con el lenguaje corporal, el contexto y el entorno médico, influyen de forma positiva o negativa en la comunicación; la percepción del espacio, privacidad, familiaridad, formalidad, distancia forman parte importante del concepto y le dan un valor adicional a la comunicación y afecta todos los entornos relacionados con la salud: farmacia, óptica, hospital, fisioterapia, etc. La percepción dependerá de factores como, duración de la cita, decoración de las paredes, puntualidad y orden de la consulta, de la cantidad de objetos personales del médico que tiene sobre su escritorio, en general, cada elemento del entorno cuenta para lograr una buena comunicación.
Todo influye en la generación de percepciones que pueden facilitar o limitar una comunicación adecuada entre el médico y su paciente y ayudar a construir una relación de confianza y credibilidad.
Por tanto, atender a las miradas, gestos y movimientos, así como del tono de voz, entorno, forma de vestir, de los profesionales de la salud y de los pacientes, nos permite recopilar información extra, para lograr obtener un mensaje de óptima calidad, que mejora la comunicación y evita errores y malentendidos.