Recientemente el consumo de la marihuana con fines medicinales fue aprobado en México. Si bien dicha medida ayudará a los médicos a buscar y encontrar tratamientos alternativos para varios de sus pacientes, el uso de esta droga también potenciará la aparición de otros padecimientos, tal y como ha sucedido en los Estados Unidos.
De acuerdo con un análisis realizado por el doctor Kennon Heard, médico en el Hospital de la Universidad de Colorado, a partir de 2009 (año en que el uso medicinal de la marihuana fue autorizado en el estado de Colorado) el número de casos de Síndrome de Hiperemesis Cannabinoide (CHS) en las salas de urgencia de la entidad se duplicó, e incrementó aún más después de que se aprobará su uso recreativo.
Cada vez es más frecuente. Mis colegas atienden casos de CHS de forma diaria o por lo menos semanal.
Pero el anterior fenómeno no es exclusivo del estado de Colorado, sino que ha comenzado a presentarse cada vez con mayor frecuencia en el resto de las entidades donde el uso de la marihuana ha comenzado a ser más permisivo como Washington D.C. o Washington, por lo que una situación similar podría presentarse en México tras los cambios en el estatus legal de la marihuana.
Por si fuera poco, cabe destacar que aún cuando el CHS se tiene identificado desde hace más de una década (sus síntomas más comunes son dolor abdominal agudo y vómitos violentos) poco se sabe de este padecimiento que parece ser aliviado con duchas de agua caliente y que en sus formas más severas puede conllevar problemas renales.
La ciencia detrás de este problema es poco clara. La causa más probable es que la gente que utiliza la marihuana de forma común y en altas dosis ha sufrido cambios en los receptores del cuerpo y esos receptores han sido desconfigurados de algún modo que les provoca malestar y dolor.
Por el momento sólo resta esperar y ver si con la legalización de la marihuana este problema comienza a presentarse de manera más habitual en las salas de urgencias o si es un problema exclusivo de los Estados Unidos, lo cual se antoja poco probable.