Al parecer las resonancias magnéticas podrían detectar el VIH en el cerebro de acuerdo con un estudio del University College London, Reino Unido.
Los investigadores desarrollaron una forma de utilizar las imágenes de la resonancia para identificar cuando el VIH se encuentra en el cerebro a pesar de que el paciente esté recibiendo tratamiento con antirretrovirales, así lo dieron a conocer los investigadores en la revista Clinical Infectious Diseases.
A pesar de que los pacientes con VIH estaban siendo tratados, la mitad de ellos todavía presentan problemas cognitivos. “Vemos evidencia de que el VIH se ha diseminado al cerebro en alrededor de entre diez y el 15 por ciento de estos pacientes, pero en la mayoría de los casos los síntomas se reducen a otras causas”, explica Ravi Gupta autor del estudio e investigador del Departamento de Infección e Inmunidad.
Para confirmar sus sospechas, les hacen a los pacientes una punción lumbar, una inserción de una aguja en la espalda para extraer su líquido cefalorraquídeo y probar en éste la presencia de VIH, este procedimiento resulta invasivo pero con este estudio se podría reconocer a los pacientes de alto riesgo con sólo una resonancia magnética.
El estudio que los investigadores hicieron consistió en examinar a 146 pacientes con VIH que presentaron problemas cognitivos, el VIH estuvo activo en el cerebro de 22 de ellos (el 15 por ciento). Los pacientes que presentaron cambios en la materia blanca fueron diez veces más propensos a tener VIH en el cerebro que aquellos con la sustancia blanca normal. Las personas que tienen anomalías en la sustancia blanca generalmente tienen problemas cognitivos debido a la inflamación del cerebro que causa el virus de la inmunodeficiencia humana. Por eso Gupta afirma:
“Las imágenes de resonancia pueden ayudar a diagnosticar a estos pacientes, ya sea mostrando elevado riesgo de problemas con el VIH o encontrar una causa diferente que pueda ser tratada”.
Si el VIH se disemina en el cerebro, los especialistas recomiendan administrar medicamentos que crucen la barrera hematoencefálica para controlar la infección.