Ya hemos establecido la importancia de las métricas para un laboratorio. Permiten identificar errores y áreas de oportunidad. Pero cuando tu proceso identifica posibles problemas, ¿sabes cómo abordarlos? Solamente necesitas seguir estos pasos básicos:
1Enfócate en la raíz del problema
No tiene caso que tu laboratorio le eche la culpa de una métrica de bajo desempeño a una persona en particular. Un buen proceso funciona eficazmente sin importar el individuo que desempeñe el rol. Identifica tareas faltantes o excesivas, así como sistemas que no funcionen.
2Trata de evitar explicaciones simples
Probablemente una máquina en tu laboratorio necesita constante mantenimiento. Además, tiene malas métricas de desempeño. Es fácil atribuir el bajo rendimiento a los periodos de suspensión de actividades. Pero muchas veces el problema es más complejo de lo que parece a simple vista.
3Revisa todos los elementos involucrados
Tal vez tu laboratorio no procesa las muestras necesarias en el tiempo requerido. La solución no es comprar una nueva máquina. Verifica si los tejidos están llegando a tiempo o en las condiciones correctas. Tal vez haya procesos previos necesarios que no rinden como deberían.
4Desarrolla e implementa un plan en tu laboratorio
Una vez que hayas revisado todos los factores del problema, define un curso de acción. En él se debe incluir qué miembros de tu personal van a monitorear o supervisar su ejecución. Procura llevarlo tan rápido como te sea posible, para poder empezar a ver resultados rápidamente.
5Recolecta nueva información si es necesario
Dependiendo qué tan complejo es tu plan correctivo, tu laboratorio necesitará nuevas métricas. Tal vez debas definir nuevos indicadores y datos para asegurar el éxito. Recuerda que los cambios pueden tardar un poco en materializarse. Así que no creas que tu sistema correctivo ha fallado si no hay cambios en un par de semanas. Pueden pasar algunos meses antes de ver resultados.
6Define periodos prudentes de monitoreo
Una vez que hayas determinado que el problema está resuelto, debes observarlo con cuidado. Esto, con el objetivo de comprobar que los cambios permanezcan en el largo plazo. Las métricas clave del problema en tu laboratorio con plazos cada vez más extensos. Puedes empezar con una evaluación semanal y, después, con una semestral o incluso anual.