Desde tiempos ancestrales, el uso de terapias naturales y plantas medicinales ha estado presente. Aunque la realidad es que surgieron porque era la única forma de tratar enfermedades. Con el desarrollo de la humanidad se avanzó de otras maneras. Fue así que la industria farmacéutica comenzó a creer y aparecieron los medicamentos. Pero a pesar de los avances, la llamada medicina alternativa continúa presente.
En el caso particular de México, se estima que en zonas rurales 9 de cada 10 mexicanos la consume con regularidad. A veces por su precio económico y en otras por costumbre familiar. Lo ciento es que es necesaria una regulación. Por eso, Emmanuel Zúñiga, presidente de la Federación Nacional de la Industria de Herbolaria y Medicina Alternativa, Tradicional y Naturista (FNIHMATN) hizo un llamado. En concreto, solicitó integrar las medicinas alternativas al Sistema Nacional de Salud.
La gente no dejará de acudir a su acervo cultural para tratar sus dolencias y malestares físicos a favor de las prácticas alópatas. Por eso es conveniente que los médicos alópatas aprendan a convivir con los especialistas de las medicinas tradicionales y naturistas.
De esta forma, solicitó una reunión con las autoridades sanitarias del país. En ese sentido, manifestó que la prohibición no puede ser una opción. De igual forma, aceptó que existen tanto charlatanes como expertos dentro de la medicina alternativa. Por eso es que ayudaría el tener realmente un control.
Las medicinas tradicionales, alternativas y complementarias deben tener un rol protagónico dentro del sector salud oficial. La población, su historia, su carácter multicultural e intercultural así lo reclaman. De forma paralela se debe capacitar a los médicos convencionales sobre su uso adecuado para atender enfermedades o como uso complementario.
Y tú como profesional de la salud, ¿qué opinas acerca de la medicina alternativa?
