La cobertura universal en salud, es un reto para los gobernantes. Más aún, cuando la geografía, accesibilidad y distribución poblacional, se convierten en verdaderos obstáculos. De ahí, que las limitaciones médicas para atender a las personas ubicadas en zonas rurales sean diversas. Llevando a poner en riesgo el cumplimiento del deber impostergable de cuidar la salud de la población.
Sobre todo, porque satisfacer a plenitud los servicios sanitarios en la población rural y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, depende de muchos factores difíciles de medir, evitar y controlar. Sin embargo, el compromiso de los profesionales de la salud los lleva a buscar mecanismos para traspasar límites y mejorar las condiciones de salud.
Por tanto, las instituciones de sanidad en concordancia con los gobiernos, establecen planes de acción, en los cuales se logre prestar en forma coordinada y articulada, los servicios indispensables para favorecer el desarrollo económico y social de las comunidades más aisladas. Ante todo, porque los pobladores han tenido que enfrentarse y adaptarse a un medio ambiente inhóspito.
Donde, en muchos casos las viviendas son insalubres, existe baja evolución cultural, las condiciones económicas son escasas y no tienen acceso a servicios de salud, educación y comunicación. Lo que genera un aumento en la natalidad, pero a la vez, un incremento en la mortalidad materna. Al tiempo que, las infecciones por vectores propios de la región hacen la tarea más difícil, afectando a niños y ancianos.
Las limitaciones médicas empiezan con la topografía
En realidad, el estudio, diagnóstico y tratamiento, para conservar la salud de los pobladores de las áreas rurales, se dificulta por las vías de acceso y las distancias. Por tanto, en realidad, los pacientes son los que deben buscar la manera de llegar a los centros de salud. Por ello, muchas veces, prefieren paliar los síntomas de las enfermedades con recetas ancestrales, pasadas de generación en generación u optar por replicar fórmulas de algún conocido. Sin pensar, que la automedicación puede generar complicaciones mayores.
Asimismo, las limitaciones médicas, se notan, al tratar de vincular a la población más vulnerable a los programas de promoción y prevención. Básicamente, porque el desplazamiento conlleva un gasto extra de dinero, a la vez, que los aleja de las tareas que les aporta el sustento. De ahí, la importancia de llevar los programas a las comunidades y sensibilizar sobre autocuidado, riesgos y salud. También, capacitar y formar un grupo base con miembros de la misma comunidad, es una estrategia de gran utilidad.
Planes estratégicos que involucran la comunidad
Podemos ver, que el compromiso de los profesionales de la salud debe ir acompañado de las intenciones de los gobernantes y del presupuesto de la nación. Porque, de forma conjunta se debe buscar mejorar las condiciones de salubridad. Así mismo, es necesario facilitar el acceso a la asistencia médica, implantar la cobertura universal y hacer más eficiente el sistema de salud. Para lo cual se requiere voluntad y recursos.
Además, cuando se busca mejora las condiciones de vida de la población se requiere dar una mirada crítica a las diferencias de los grupos poblacionales, la educación, la nutrición y la organización social. Por lo tanto, nos damos cuenta, que las limitaciones médicas en las zonas rurales son muchas y necesitan procesos de inclusión, equidad y solidaridad, donde todos debemos aportar.