La popularidad de las gaseosas se remonta a los años 30 del siglo pasado, posicionándose como una de las principales bebidas de consumo masivo en el mundo. Gracias a que las campañas publicitarias han logrado que el producto se quede en el ideario público como parte de la socialización. Además, la gran carga de azúcar expuesta en sus componentes lleva a que sea altamente adictiva. Lo que hace que su consumo constante sea un verdadero riesgo para la salud.
De hecho, la competencia entre las embotelladoras ha logrado expandir sus imperios sin medir límites geográficos, religiosos o culturales. Sin embargo, en los últimos años las entidades de salud y los entes gubernamentales; a nivel mundial; han buscado generar conciencia ciudadana y tomar medidas de control sobre el consumo de gaseosa y bebidas azucaradas. Ya que, las repercusiones han llevado a generar complicaciones que atañen a la salud pública.
Las gaseosas son adictivas
Vemos que entre los componentes de las gaseosas se encuentra, azúcar, cafeína y aditivos, que llevan a estimular los niveles de recompensa en el cerebro, de una manera tan notoria que se ha comparado con el consumo de cocaína. Esto hace, que al pasar el efecto se quiera más. De ahí, que los organismos de control envíen una señal de alerta a la población, debido al alto consumo, especialmente en los niños que se encuentra en etapa de crecimiento y desarrollo. 1
Asimismo, la carga de azúcar; que puede llegar a diez cucharaditas en una soda de 12 onzas; se ha visto relacionado directamente con problemas de sobrepeso, obesidad, diabetes y alteraciones cardiacas. Al mismo tiempo, se han detectado repercusiones en la salud física y mental, que pueden ir desde alergias, hiperactividad, caries y falta de concentración, hasta irritabilidad, principalmente en infantes.2
También, encontramos publicaciones del BBC News, sobre los efectos de las gaseosas;https://www.bbc.com/mundo/ciencia_tecnologia/2009/05/090519_cola_musculos_men; donde indican que pueden generar alteraciones en los niveles de potasio y en la actividad eléctrica del corazón. Lo que hace que acreciente la posibilidad de generar arritmias, fatiga crónica, dificultad para respirar y disminución en la fuerza muscular.
Se invita a la moderación
Es necesario reconocer, que en este caso la prevención y la moderación, son piezas claves para conservar la salud. Tanto así, que las empresas que fabrican y distribuyen esta clase de productos azucarados mantienen un debate constante sobre la responsabilidad individual. Lo que lleva a pensar, que debemos disminuir el consumo, pensando esencialmente en los efectos nocivos que los componentes de las gaseosas causan en nuestro organismo.3
De esta manera, disminuimos los riesgos relacionados con la obesidad, diabetes y cardiopatías. Más aún, cuando empezamos a tomar conciencia sobre la importancia de mantener hábitos saludables, con una alimentación consciente y actividad física moderada. De esta forma, agregamos un granito de arena en la lucha para que los más pequeños dejen de consumir productos procesados y bebidas carbonatadas, que deterioran sus capacidades cognitivas de una manera silenciosa.
Es así, como entendemos que los efectos de las gaseosas en la salud pueden llevar a desarrollar enfermedades altamente incapacitantes. Ya que, fuera de dependencia, puede alterar el pensamiento. Por ello, cambiar a una alimentación equilibrada, beber agua e incluir frutas y verduras en la dieta diaria es una buena alternativa para cuidar la salud.
Referencias:
1.Clara Luz Gutiérrez Ruvalcaba, Edgar Vásquez-Garibay , Enrique Romero-Velarde Rogelio Troyo-Sanromán, Carlos Cabrera-Pivaral, Olga Ramírez Magaña. Consumo de refrescos y riesgo de obesidad en adolescentes de Guadalajara, México. Bol Med Hosp Infant Mex. [internet] 2009 [consultado 22 jul 2021]; 66: 522-528. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/pdf/bmim/v66n6/v66n6a6.pdf.
- Silva O Paulo, Durán A Samuel. Bebidas azucaradas, más que un simple refresco. Rev. chil. nutr. [Internet]. 2014 Mar [citado 2021 Jul 22]; 41(1): 90-97. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182014000100013&lng=es
- García González Y, Torriente Valle JM, Oliveros Oliveros R, García Rosales L, Peña Saldívar O. Daños a la salud por consumo adictivo de Coca Cola. Rev. Hosp. Psiq. Habana. [revista en Internet]. 2017 [citado 22 Jul 2021]; 14(3). Disponible en: http://www.revhph.sld.cu/index.php/hph/article/view/39
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