Para lograr ser un profesional de la salud se requiere de mucho más que contar con una vocación de servicio. La carrera es la más extensa que existe e implica un fuerte sacrificio. Mientras que los desvelos también llegan a ser una constante por el drástico cambio de vida que se debe adoptar. Aunque al final todos los sacrificios valen la pena para los jóvenes que aspiran a convertirse en médicos.
El inicio de una nueva vida
En ese sentido, la etapa formativa es apenas el inicio de todos los cambios en el estilo de vida que los aspirantes a doctores. Son tantas las obligaciones que se adquieren que la mayoría de las ocasiones se debe sacrificar el tiempo personal y de entretenimiento.
Desde la etapa estudiantil dejan de ser frecuentes las salidas con amigos para enfocarse en el estudio. No ocurre en todos los casos pero la mayoría sí debe cambiar sus hábitos para evitar descuidar sus estudios. Mientras que en el campo laboral la situación es todavía más complicada.
A la fecha se estima que tres de cada cuatro médicos sufren de altos niveles de estrés y ansiedad. Cuando eso ocurre también se vuelven más propensos al Síndrome de Burnout. El cansancio mental suele ir acompañado del físico y eso genera un círculo vicioso.
Ahora bien, para conocer más sobre el estilo de vida de los especialistas el portal Medscape realizó un extenso estudio en 2020. Consistió en la aplicación de una encuesta a más de 15 mil médicos de 29 especialidades distintas. El objetivo fue conocer sus hábitos tanto dentro como fuera del hospital.
Especialidades con médicos insatisfechos
Dentro de las preguntas se incluyó una relacionada con la satisfacción personal y felicidad fuera del trabajo. Lo que se obtuvo es que Reumatología y Cirugía General se posicionaron en el primer lugar al obtener 60 por ciento cada una. Mientras que en el extremo opuesto se encuentran las siguientes que fueron las que contaron con los porcentajes más bajos.
- Neurología.
- Cuidados Intensivos.
- Medicina Interna.
- Gastroenterología.
- Endocrinología.
Algunos de los motivos que se manifestaron es que son los que cuentan con menos tiempo disponible para el disfrute personal. Además también señalaron que su trabajo diario es demasiado agotador que al salir del hospital lo único que quieren es descansar. Por lo tanto, muchos de ellos realmente no pueden tener una vida plena más allá de sus obligaciones laborales.
Este tipo de situaciones son bastante peligrosas porque afectan el estado anímico de los médicos. No se sienten satisfechos y eso genera una disminución en su rendimiento. En ocasiones caen en rutinas que pueden llegar a conducir a la tristeza extrema y depresión. Con esto en mente es muy importante que todos los médicos se valoren y cuiden a sí mismos de la misma forma en que lo hacen con los pacientes.