Pese a que ya se cumplió el primer aniversario de la actual pandemia la situación parece estar lejos de ser controlada. Inclusive la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que durante la última semana se ha incrementado el ritmo de contagios a nivel global. Sin importar que ya se cuenta con la vacuna contra la Covid-19 el problema no muestra signos claros de una disminución. Además todavía existen muchas preguntas que no han logrado ser respondidas.
En ese sentido, a inicios de año la propia OMS organizó una investigación de campo para identificar cómo surgió esta nueva enfermedad. Con esto en mente, un equipo de especialistas se desplazó hasta la ciudad de Wuhan en China donde se presentaron los primeros contagios. Al final no se obtuvieron conclusiones precisas pero se ha descartado que el virus SARS-CoV-2 haya sido creado en un laboratorio.
Por otra parte, hasta este momento suman alrededor de 80 millones de personas que se han infectado y superaron la enfermedad. En primera instancia es algo favorable y un aspecto fundamental ha sido el apoyo del personal médico. Por medio de terapias de rehabilitación y acompañamientos de los pacientes se han conseguido estos satisfactorios resultados.
Molestias que pueden mantenerse a largo plazo
En tanto que se afirma que siete de cada 10 supervivientes de la Covid-19 desarrollan secuelas. Lo que todavía no se ha podido determinar es el tiempo durante el cual se mantienen las molestias. En algunos casos desaparecen después de unos días o semanas pero también hay casos en los que persisten por largos períodos.
Al respecto, la plataforma de preprints medRxiv realizó un seguimiento de 304 pacientes que se infectaron en marzo del año pasado. Son de los primeros casos que se registraron de la enfermedad y todos los pacientes lograron reponerse. Lo primero que se indica es que se trata de contagios leves o moderados que no requirieron de hospitalización sino que fueron atendidos en su domicilio.
Lo que se obtuvo es que poco más de un año después hay 161 personas, es decir el 53 por ciento del grupo analizado, que continúan con secuelas. En ninguno de los casos se trata de molestias mortales pero sí afectan la calidad de vida de los individuos. Las más frecuentes son las siguientes:
- Cansancio (27,3 por ciento).
- Pérdida de olfato y gusto (22 por ciento).
- Disnea (12.8 por ciento).
- Dolor muscular (9.2 por ciento).
De igual forma también se identificaron otras secuelas a mental de alta frecuencia. Las más recurrentes fueron depresión y dificultad para conciliar el sueño. Ambas se mantienen en gran parte de los pacientes recuperados a más de un año del contagio.
Con esto se demuestra que la Covid-19 persistente es una realidad y cada vez afecta a más personas. Mientras que esta nueva enfermedad no siempre se supera cuando el virus abandona el cuerpo. Algunas de sus secuelas pueden llegar a mantenerse por meses e inclusive se teme que nunca desaparezcan.