Como sabes, tus pacientes embarazadas comienzan a producir leche a partir de la semana 17 de gestación y son susceptibles de amamantar a su bebé a libre demanda (entre 8 y 12 veces al día durante el primer mes de vida). Lo que tal vez no sabías, es que la lactancia materna disminuye la posibilidad de desarrollar cáncer de mama y de ovario, así como la de sufrir fracturas de cadera. Por si fuera poco, en los niños previene la aparición de la obesidad infantil, alergias e infecciones, además de garantizar una alimentación segura y suficiente para los recién nacidos de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En este sentido, vale la pena recordar que la lactancia es la mejor estrategia para abatir enfermedades y el índice de mortalidad, además que genera un vínculo significativo entre madre e hijo. Asimismo, los especialistas del IMSS señalan que el tiempo ideal para amamantar a un bebé es de 6 meses como alimentación exclusiva, y de 2 años o más como parte de la alimentación complementaria, situación que también favorece a las madres porque les ayuda a recuperar el peso que tenían previo al embarazo.
Además, la lactancia materna fortalece la integración familiar y el desarrollo de los niños, quienes crecerán sanos y seguros, como adultos inteligentes, saludables y con mejores condiciones de desarrollo, dijo la neonatóloga, quien encabeza la implementación de la Iniciativa Hospital Amigo del Niño y de la Niña, a favor de la lactancia.
Por su parte, Graciela Hess Carrillo, consultora certificada en lactancia del Hospital Médica Sur, asegura que la bioquímica de la leche materna favorece el desarrollo del sistema nervioso central y, por lo tanto, del coeficiente intelectual.
En la primera sesión del curso “Crecimiento y nutrición en la infancia”, organizado por la Dra. Laura Escobar Pérez, profesora titular del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM especialistas del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” abordaron también aspectos de la microbiota, la introducción de alimentos en la infancia, los factores que contribuyen en el desarrollo de los tres primeros años de vida, así como el impacto de la leche materna y su relación con la prevención de infecciones.