Durante los últimos años la incidencia de la soledad entre la población mundial se ha incrementado de forma importante, e incluso en algunos países como Reino Unido ya la consideran una epidemia. Derivado de dicha situación la primera ministra británica, Theresa May, ha tomado la decisión de designar a Tracey Crouch como Ministra de la Soledad, un organismo gubernamental con el que se busca combatir este problema.
Desafortunadamente la soledad podría tener implicaciones más serias en la salud de las personas, así lo revela un estudio realizado en el Hospital Universitario de Copenhague (UHC), ubicado en Dinamarca, cuyos resultados mostraron que se trata de una condición que es capaz de duplicar el riesgo de sufrir una muerte prematura en hombres y mujeres con problemas cardiovasculares.
Para la realización del trabajo, entre el 2013 y 2014 se analizó la evolución de 13 mil 463 adultos daneses que previamente habían sido diagnosticados de cardiopatía isquémica, arritmias, insuficiencia cardiaca o valvulopatía, quienes al mismo tiempos respondieron diversos cuestionarios sobre sus hábitos de vida y la percepción que tenían de la soledad.
Lo que se determinó fue que la percepción de aislamiento social se asoció con un peor pronóstico con independencia del tipo de enfermedad cardiovascular y de todos los factores de riesgo evaluados, es decir que sin importar la edad o el sexo del paciente, sus probabilidades de fallecimiento prematuro se duplicaban si presentaban signos de soledad.
Este trabajo se suma a otros previos, los cuales han mostrado el peligro de la soledad porque es uno de los principales factores para que las personas cometan suicidio, acción que del 2000 a la actualidad se ha incrementado en más del 60 por ciento en nuestro país, lo que llevó al Senado de la República a declarar el 10 de septiembre como el Día Nacional para la Prevención del Suicidio.