La Sinestesia, no es considerada una enfermedad, por el contrario, puede verse como un privilegio. Ya que, es una manera diferente de apreciar y experimentar los estímulos sensoriales que aparecen en el ambiente, ya sean visuales, olfativos, gustativos, espaciales o táctiles. Sin embargo, pocas personas saben que pueden percibir los colores, olores y sabores de dos o varios modos diferentes, porque como no es una patología, se convierte en algo normal.
Interconexión de los sentidos para sentir el mundo
Se han efectuado muchas investigaciones acerca de este tema y aunque aún no son claros sus orígenes, se ha delegado toda la responsabilidad a la genética. Así mismo, se identifica como la combinación de información sensorial en varios sentidos, derivada de la estimulación de uno solo, en forma directa. Por eso, las personas sinestesicas pueden saborear las palabras, asociando una lectura con un sabor a algo dulce en su paladar, como si fuera una situación muy normal. (Osuna, 2020)
Colorear los acordes de una canción, olfatear los objetos y visualizar los sonidos como números, implica mezclas intermodales de los sentidos, sin llegar a ser una alucinación. Ya que, en la sinestesia se ven implicados dos mecanismos de conectividad cerebral, anatómica y fisiológica. Que es inentendible por el común de la gente, manteniéndose casi siempre en la clandestinidad por el escepticismo y el desconocimiento sobre la existencia y características que esta condición ofrece. (Figueroa, 2019)
Este fenómeno cognitivo se relaciona con mayor frecuencia con la percepción cromática. Dando paso a asociaciones auditivo-visual, grafema-color, tiempo-color, música-color, chromastasia y nota color, entre muchas otras combinaciones. Sin embargo, también existen otras clasificaciones como la sinestesia léxico-gustativa o la temporo-espacial, donde al procesar cualquier información que tenga relación con una unidad de tiempo, se proyecta en la mente un lugar. (Callejas & Lupiañez, 2012)
Aunque todos podemos ser un poco sinestésicos, son las mujeres las de mayor prevalencia. Y aunque aún, no se han comprobado daños en forma oficial, se ha sugerido que en el día a día, los individuos pueden sufrir de una sobrecarga sensorial y presentar problemas escolares al percibir el mundo de una manera diferente que los demás. De igual forma, esta condición se ha visto relacionada, sin ninguna base, con problemas neuronales y patologías psicológicas.
Las pruebas diseñadas por psicólogos, como el test pop-out y el Bouda y Kiki, pretenden confirmar la existencia de las analogías en el individuo. Igualmente, existen pruebas diagnósticas como la Tomografía por emisión de positrones, la resonancia magnética funcional, la estimulación magnética trascraneal repetitiva y el electroencefalograma, que buscan identificar los puntos neuronales y las funciones cerebrales, que se activan conjuntamente tras un estímulo.
La Sinestesia puede llegar a ser multimodal, generando la estimulación concurrente de varios sentidos a la vez, pero percibiendo el hecho que está en tela de juicio como es en realidad. Es decir que, al escuchar una canción cuyas notas se escuchan tal cual la letra, el sentido del olfato perciba el olor de las azucenas, se observan luces de colores en el ambiente y se distinguen notas de café en nuestra lengua.